La Roja lo celebra con "Ribera del Duero"
La Selección Española celebró ayer el día más glorioso de la historia del deporte en nuestro país. La consecución del primer Campeonato del Mundo bien lo merecía. Tras la llegada a Barajas poco más de las 14 horas, a los 25 internacionales y a todo el cuerpo técnico de la Federación, les esperaba un "tour" por Madrid donde sentirían el calor y el cariño de miles de aficionados que soñaban con este momento.
Las puertas del palacio Real de Madrid se abrieron para recibir a los héroes de Sudáfrica 2010. El Rey Don Juan Carlos no podía estar más emocionado. La distancia no le impidió vibrar como un aficionado más durante los partidos de "La Roja" y en su discurso reiteró que era "un día de enorme emoción e inmenso orgullo". Les dio las gracias "por hacer realidad nuestros sueños y por ser ejemplo de deportividad, nobleza, buen juego y trabajo en equipo".
Cuando llegó el turno para los flashes de los fotógrafos, el capitán Iker Casillas le prestó la Copa al Rey y le regaló una camiseta firmada por todos los integrantes del combinado nacional.
Del Palacio Real se marcharon a La Moncloa, donde les esperaba el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Esta victoria es de los 23 jugadores de la seleccion, pero detrás está la fuerza de todos los españoles.La han ganado ellos, pero es también de todos los jugadores de tantas generaciones que han ayudado a llegar a la cima del fútbol mundial", expresó Zapatero. El presidente tuvo unas palabras para el héroe de la final, Andrés Iniesta, que con su gol dio a España el triunfo y elogió la "templanza, la fuerza y la serenidad" del seleccionador, el salmantino Vicente del Bosque.
La fiesta siguió en la calle, donde esperaban miles de seguidores venidos desde toda España, no sólo Madrid se volcó, desde otras provincias también quisieron estar en la fiesta de España.
Centenares de miles de personas no quisieron perderse el recorrido por las calles de la capital del bus descapotable de la Selección. Fueron varias horas de "tour", con las calles totalmente abarrotadas de gente, era imposible que el bus de la Roja pudiera circular con normalidad. Todos querían un saludo, una foto, una sonrisa, ver de cerca a sus ídolos, a los ídolos de toda España que lo habían conseguido. La historia había cambiado, España ha entrado en la historia de los Mundiales por la puerta grande y ya luce su primera estrella en la camiseta, emblema que le acompañará para siempre.
La explanada del Puente del Rey fue el lugar elegido para que los aficionados vibraran con sus ídolos en "su" fiesta. El guardameta Pepe Reina volvió a ejercer de maestro de ceremonias y presentó uno a uno a los 23 integrantes de la Selección, incluído él mismo, al que se definió como "un humilde speaker". Recibidos con una atronadora versión del The Final Countdown de Europe, hicieron vibrar y saltar a todo el público que se dio cita. El portero del Liverpool, realizó una actuación magistral como maestro de ceremonias y superó la protagonizada en la Plaza de Colón hace dos años tras la conquista de la Eurocopa. Los futbolistas lo vivieron como lo que son, un grupo de amigos, que han hecho felices a toda España.
Pero la fiesta no quedó ahí. La Selección se marchó a cenar a un céntrico restaurante de Madrid, el Txistu. Bodegas Emilio Moro y Cepa 21 participaron activamente del festejo, con la donación de dos botellones de 18 litros de Malleolus y Cepa 21 respectivamente, así como de otro de 27 litros de Emilio Moro, de los que seguro, dieron buena cuenta nuestros internacionales. El vino de Ribera del Duero estuvo muy presente en la fiesta de los Campeones. La jornada fue larga, pero mereció la pena. No todos los días se gana un Mundial.