

La película debe ser de Óscar...González
La receta de un huevo frito no está en ningún libro, pero todo el mundo se sabe la teoría. Pues bien, las claves para ganar a día de hoy a uno de los todopoderosos de la Liga BBVA tampoco están escribas, pero son de sobra conocidas: que a ti te salga todo bien y a ellos todo mal. No hay más. Es la única opción de que el Real Valladolid, en descenso en la clasificación de prepuestos y en la deportiva, gane al Barça de posición Champions en la Liga y en la de poder económico.
Y eso que los de Martino no son los de Vilanova ni los de Guardiola. Están algo mejor que semanas atrás, pero no lo suficiente para viajar a Zorrilla dando por hecho los tres puntos. Cuando lo hacían se permitían hasta viajar el mismo día de partido. En esta ocasión velan armas en el AC Santa Ana desde primera hora de la noche.
Lo hacen sin Iniesta, baja de última hora por motivos personales y que, en lo deportivo, al que ahorra un problema es al Real Valladolid. Su ausencia debe ser celebrada en la medida de la importancia que tiene para su equipo, deseándole una pronta solución a sus asuntos. Al de Fuentealbilla, el del gol de nuestras vidas, se une Puyol y también Pinto. Sí está en Pucela Piqué y tampoco faltan Neymar o Alves, que se incorporaron este viernes a los entrenamientos tras su compromiso internacional e intercontinental. El tropiezo en San Sebastián provoca que los barcelonistas no vayan a correr riesgos en Zorrilla y los pesos pesados estarán en su gran mayoría sobre el césped y no en el banquillo.
Lo mismo en un Real Valladolid que ya quisiera el fondo de armario blaugrana. Y eso que con la única ausencia por lesión de Jeffren Suárez, el entrenador se puede permitir dejar hasta a tres hombres fuera de la lista por decisión técnica. En el Pucela del ahorro, un lujo que pocas veces pudo disfrutar Djukic y que ahora le llega al alicantino. Y tras casi siete meses en los que esta situación era una quimera, se hace raro ver a habituales ser descartados. Lo fue Víctor Pérez para viajar Málaga y al club del manchego se une ahora Omar Ramos. Un castigo o un aviso, o una simple cuestión de justicia. JIM sienta virtualmente al canario en la grada de la indolencia y le hace perderse un partido de los que gusta jugar. El alicantino ha tardado, porque no se lo podía permitir, en poner las cartas boca arriba, pero desde hace semanas se aprecia que ni se amilana ni se deja influir. Si antes había resquicios de lo contrario, él mismo se ha encargado de dejar claro que no es así.
No obstante, el once no distará mucho de lo visto en La Rosaleda. El mismo Juan Ignacio reconoció que el once lo tiene más claro que el planteamiento. Manucho siempre es útil en estos partidos y más frente a un Barcelona que comparte debilidad defensiva en las jugadas a balón parado con el Real Valladolid.
Pero la incertidumbre llega con la colocación de un Óscar que está llamado a ser el protagonista principal de aquí a final de temporada en el Real Valladolid. No vale con un papel secundario ni con un cameo, y JIM tiene en su pizarra la última palabra.