La anécdota: Djukic se perdió camino del río
A las pocas zancadas el
entrenador marcaba el ritmo. Como ya demostraba en las sesiones de 1.000 metros
realizadas en Las Contiendas, su estado físico es óptimo y la diferencia era cada
vez más y más grande. El problema no residía en la distancia ni el cansancio. Para
Miroslav Djukic la complicación estaba en dónde se encontraba el lugar exacto
en el que se iba a realizar la segunda parte del entrenamiento vespertino. El
míster tuvo que dar varias vueltas hasta encontrar el lugar exacto.
Finalmente dio con él y, aprovechando el ejercicio físico realizado, se
incorporó con los jugadores a las frías aguas fluviales.
Terminaba el entrenamiento del
Real Valladolid y Djukic, junto al resto del cuerpo técnico, quiso dar ejemplo.
En lugar de subirse al bus y llegar hasta la sesión de crioterapia con los jugadores en el propio autobús, el
serbio y sus ayudantes comenzaban una carrera hasta Mondariz para buscar el río
Tea.