Los aficionados, en las gradas del Calderón
Los aficionados, en las gradas del Calderón
Los aficionados, en las gradas del Calderón
Seguidores blanquivioletas, en las inmediaciones del estadio
Fútbol  |  Atlético de Madrid-Real Valladolid

La afición se quedó helada, hasta que marcó Bueno

23 de Septiembre de 2012
Escrito por
Alejandro Fernandez

Los 220 quilómetros que separan el Nuevo José Zorrilla del Vicente Calderón no fueron un obstáculo para los cerca de 400 aficionados blanquivioletas que se desplazaron a la capital de españa para presenciar el duelo ante el equipo del 'Cholo' Simeone. Sin embargo el juego de los de Miroslav Djukic y los goles rojiblancos en el primer tiempo, sumado a un clima bastante desapacible con frío, viento y lluvia, hicieron imposible el disfrute de los aficionados. Eso hasta que marcó Alberto Bueno tras un error garrafal de Courtois.

A las 12 de la mañana se empezaban a dejar notar los aficionados mas madrugadores del Real Valladolid. La Puerta del Sol o la Plaza Mayor fueron el escenario de cánticos y vítores pucelanas procedentes de unos seguidores que poco a poco ponían rumbo al Vicente Calderón. Allí la expedición blanquivioletas se hizo fuerte y, después de beber un refrigerio en los alrededores, comenzaron a entrar el estadio para ocupar sus localidades, donde calentaron sus voces para el inicio del encuentro. Un partido que muchos estaban convencidos que iban a ganar.

Sin embargo el arranque no se lo puso fácil a la afición, que observaba en silencio las imprecisiones de su equipo y los ataques del rival, llevado en volandas por una afición que silenció lo escasos cánticos blanquivioletas. Para mas inri, Godin anotaba el primer tanto del Atlético en el minuo 30, mientras que Falcao transformaba un penalti en el 45. El 2-0 en el marcador cayó como un jarro de agua fría y el partido llegó al descanso sin apenas haber escuchado las voces vallisoletanas. Y es que, cuando más gritaron las gargantas pucelanas en la primera mitad fue en una magnífica doble parada de Jaime que salvaba el que hubiera sido el segundo tanto rojiblanco.

Alberto Bueno despertó a la afición


La segunda parte comenzó con una lluvia incesante que apagó aun más los ánimos de los seguidores del Real Valladolid. El frío y el viento enrarecieron el encuentro y sólo el gol conseguido por Alberto Bueno logró despertar a la afición vallisoletana. Ya no importaba el clima, importaba que el equipo había salido más armado que en el primer acto y estaba poniendo en apuros al súper campeón de Europa. En estos momentos fue cuando más se dejaron sentir los pucelanos, animando a su equipo y protestando las decisiones arbitrales. Pero a medida que avanzaba la segunda parte el ánimo morado se resignaba a la derrota. Entonces sólo quedó lugar para aplaudir el esfuerzo de los suyos, que no lograron llevarse nada positivo del Vicente Calderón.

A la salida del estadio, caras largas. El Real Valladolid había perdido el encuentro y los seguidores blanquivioletas ponían rumbo a la capital castellano y leonesa después de dos horas de frío, viento y lluvia. En esta ocasión, el esfuerzo no se vio compensado con una victoria, pero alguno pensaba ya en el próximo partido en el Nuevo José Zorrilla: "el fútbol es así, hoy hemos perdido, pero el próximo domingo seguro que ganamos", confesaba optimista uno de los aficionados vallisoletanos a la salida del feudo rojiblanco.