Víctor Pérez se dispone a lanzar un penalti ante el Levante. Foto: Photogenic.
Fútbol | Real Valladolid
Jugar con el olvido
3 de Octubre de 2012
Víctor Pérez conversó con los periodistas en este miércoles de regreso al trabajo, de centrar el próximo objetivo. Rememoró los dulces instantes vividos durante y después del histórico 6-1 ante el Rayo Vallecano, aunque, en seguida, se encargó de aplacar la euforia. Al Espanyol del cuestionado Mauricio Pochettino le urge puntuar. El hedor a lupanar que emana de la combustión del farolillo rojo agrada menos que la semana en la que a la perra le viene el celo.
"Sobre todo en el momento y al día siguiente estuvimos muy contentos por la victoria. Fue bonito pero hay que olvidar. Tener cero relajación. Es un partido diferente y difícil, porque vienen necesitados de puntos y va a ser complicado. Es un partido engañoso. Pueden ser incluso más peligrosos", susurró Víctor Pérez, que dejó claro que los puntos son los mismos sea cual sea el resultado de la victoria.
Aún así, las goleadas se disfrutan "mucho más", principalmente sobre el campo. Después llega una "confianza" que el Real Valladolid necesitaba para darse cuenta que en este aprendizaje continuo que es la Primera División está siendo de alumno aventajado. De los que se colocan en primera fila.
"En Primera hay que poner incluso más ganas si cabe. Es muy exigente. Hay que apretar los dientes y aprender de estos equipos fuertes de primera. Está claro que, físicamente, si no vas a tope te pasan por encima, pero también de mentalidad. Nos pasó el día del Atlético. Hay que ir sin miedo y sin complejos. No se comen a nadie", argumentó Víctor Pérez.
El secreto, mismamente. La confianza, factor clave. Los estados de ánimo como decía Valdano o las esparcidas teorías sobre el positivismo. Refuerzo que se solidifica a corto plazo, con experiencias gustosas, satisfactorias. Entonces, sí que se regatea el olvido. Inconscientemente. Instintivamente.
El Real Valladolid quiere servirse de esa confianza en "la forma de trabajar", en el modus operandi. Tenerla muy presente para sumar tres puntos ante su público (sábado, 20,00 horas) en otro complicado duelo e "ir al parón con tranquilidad y la conciencia tranquila" que otorga saber que las cosas se están haciendo "bien".
Él lleva haciéndolas mucho tiempo, por lo menos a los ojos de Djukic, quien le ha convertido en un fijo en las alineaciones desde que llegó. Víctor Pérez, ya para concluir, reconoció en este sentido que no debe relajarse, ya que ha comprobado que "quién no trabaje con el míster no juega".
Pese a ello, no escondió que la confianza, el respaldo del entrenador permite que aflore el desparpajo. "Te da una seguridad con la que te atreves a hacer más cosas", sentenció.
Por otro lado, el resto del equipo se entrenó con las ausencias del descartado por lesión Sastre y de Valiente, quien se ejercitó sobre el césped al margen del grupo.
"Sobre todo en el momento y al día siguiente estuvimos muy contentos por la victoria. Fue bonito pero hay que olvidar. Tener cero relajación. Es un partido diferente y difícil, porque vienen necesitados de puntos y va a ser complicado. Es un partido engañoso. Pueden ser incluso más peligrosos", susurró Víctor Pérez, que dejó claro que los puntos son los mismos sea cual sea el resultado de la victoria.
Aún así, las goleadas se disfrutan "mucho más", principalmente sobre el campo. Después llega una "confianza" que el Real Valladolid necesitaba para darse cuenta que en este aprendizaje continuo que es la Primera División está siendo de alumno aventajado. De los que se colocan en primera fila.
"En Primera hay que poner incluso más ganas si cabe. Es muy exigente. Hay que apretar los dientes y aprender de estos equipos fuertes de primera. Está claro que, físicamente, si no vas a tope te pasan por encima, pero también de mentalidad. Nos pasó el día del Atlético. Hay que ir sin miedo y sin complejos. No se comen a nadie", argumentó Víctor Pérez.
El secreto, mismamente. La confianza, factor clave. Los estados de ánimo como decía Valdano o las esparcidas teorías sobre el positivismo. Refuerzo que se solidifica a corto plazo, con experiencias gustosas, satisfactorias. Entonces, sí que se regatea el olvido. Inconscientemente. Instintivamente.
El Real Valladolid quiere servirse de esa confianza en "la forma de trabajar", en el modus operandi. Tenerla muy presente para sumar tres puntos ante su público (sábado, 20,00 horas) en otro complicado duelo e "ir al parón con tranquilidad y la conciencia tranquila" que otorga saber que las cosas se están haciendo "bien".
Él lleva haciéndolas mucho tiempo, por lo menos a los ojos de Djukic, quien le ha convertido en un fijo en las alineaciones desde que llegó. Víctor Pérez, ya para concluir, reconoció en este sentido que no debe relajarse, ya que ha comprobado que "quién no trabaje con el míster no juega".
Pese a ello, no escondió que la confianza, el respaldo del entrenador permite que aflore el desparpajo. "Te da una seguridad con la que te atreves a hacer más cosas", sentenció.
Por otro lado, el resto del equipo se entrenó con las ausencias del descartado por lesión Sastre y de Valiente, quien se ejercitó sobre el césped al margen del grupo.