Ramón Gómez y Gabriel Villamil, delante de algunas de sus fotos. FOTOS valladoliddeporte.es
Ramón Gómez y Gabriel Villamil, delante de algunas de sus fotos. FOTOS valladoliddeporte.es
Ramón Gómez y Gabriel Villamil, delante de algunas de sus fotos. FOTOS valladoliddeporte.es
Fútbol  |  Exposición

Imágenes que valen un ascenso

1 de Agosto de 2012
Escrito por
Marlo Carracedo

Se termina el descanso para los futbolistas que vuelven al trabajo para comenzar de nuevo desde cero otra temporada. Hemos subido un escalón pero ahora eso ya está olvidado, lo tenemos asumido, esta es otra temporada, en otra categoría, la máxima, pero la euforia se ha diluido y esperamos con naturalidad que nuestro equipo comience su andadura entre la nobleza.

Los jugadores deben ser totalmente conscientes de su éxito pero deben pasar página para que su cabeza únicamente se centre en el nuevo objetivo, la permanencia. Por el contrario, la afición debe recordar y tener presente un pasado reciente que nos ha traído donde estamos. No debemos olvidar que dos meses atrás nos buscábamos las habichuelas en la categoría de plata y que estos chicos son los que nos han puesto en el lugar que nos corresponde.

Habrá críticas cuando el equipo juegue mal o pierda partidos, nos lanzaremos voraces al cuello del entrenador cuando no estemos conformes con la alineación, seremos resultadistas y oportunistas, y estamos en nuestro pleno derecho como aficionados y amantes del fútbol. Ramón Gómez y Gabriel Villamil se han encargado, durante todos y cada uno de los partidos de la temporada, de acompañar al Real Valladolid en su camino hacia el ascenso, y  han plasmado en imágenes los momentos clave, las reacciones y los sentimientos a través de los rostros de los jugadores. Para que hagamos un recorrido a través del recuerdo, reciente, pero que olvidamos con facilidad.

El Corte Inglés de la calle Menéndez Pelayo cobija bajo su techo un ascenso trabajado, luchado y sufrido del que hablan nuestros protagonistas con la emoción juvenil de quien lo ha vivido en sus carnes, quien ha estado desde que la realidad actual era una utopía. Nos encontramos en la inauguración de la exposición “Somos de Primera”, se respira fútbol, y escuchamos atentos la experiencia de dos profesionales cuyos objetivos han sido testigos a lo largo de la temporada de la consecución de la meta marcada al principio de la temporada pasada.

Gabriel Villamil recuerda antes de poder hacerle cualquier pregunta acerca de su experiencia, la inquietud y la ansiedad con la que ha vivido la temporada porque “era un año muy importante, un año clave para subir a Primera por la delicada situación económica en la que se encontraba el club” y resalta la tensión con la que se ha vivido.

En un año complicado, con los jugadores sufriendo la situación económica del club, Gabriel destaca la unidad: “a los jugadores no les ha pasado factura la mala situación del club y la ciudad se ha volcado con ellos, la afición ha hecho piña con el equipo e incluso la prensa les hemos  apoyado a muerte”. Y es que esa unidad, quizá haya sido la cualidad más importante de este Real Valladolid de Primera, el hecho de  que todos hayamos remado en la misma dirección se ha traducido en “tranquilidad y seguridad en los jugadores, que estaban convencidos de que subían a la categoría reina.

Alegrías y decepciones


Ha sido una temporada larga, en la que hemos vivido alegrías, decepciones, momentos de incertidumbre que han desembocado en la felicidad de quien alcanza con sudor y esfuerzo la meta y el reconocimiento. Ese momento llegó en el Nuevo José Zorrilla, pero para Gabriel Villamil el recuerdo que guarda con mayor emoción es otro: “yo había vivido un par de descensos y un par de ascensos y no he visto la Plaza Mayor como estaba este año. He visto a una ciudad volcada con el equipo, apoyándole, viviendo dos días de celebración con mucha alegría y con la plaza llena de banderas y eso ha sido lo más bonito”.

Con más tranquilidad, con la experiencia reposada, nos describe Ramón Gómez cómo ha vivido el año del regreso a Primera: “ha sido una experiencia muy positiva porque además de que nos gusta hacer las fotos, nos encanta el fútbol, por lo tanto es un privilegio poder estar con el Real Valladolid, verlo, plasmarlo y que quede en la historia”. Como testigo privilegiado, Ramón ha podido ver la evolución de los jugadores a medida que pasaban los partidos y que la liga avanzaba, ha visto como sus rostros se encogían por la tensión creciente y recuerda que “a nosotros que nos conocen de seguirles todo el año, al principio de la temporada te saludan y hablan contigo y en los últimos partidos no te conocen por la tensión y porque están concentrados”.

Los jugadores han sido los artífices del ascenso, pero quien sube a Primera es el club, por eso las celebraciones dejan detalles importantes y llamativos como afirma Ramón Gómez: “todo el mundo estaba contento, aunque algunos más que otros, porque en ese momento en que todo termina y ya estás en Primera División, de los 22 jugadores se nota quiénes saben que seguirán el año que viene porque están dentro del proyecto y quiénes piensan:”bueno lo hemos conseguido pero no sabemos para quién”. Y eso se veía en los rostros de Manucho y de muchos jugadores que no lo celebraban como los demás”.

Nauzet, presente en varias de las fotos que componen la exposición, protagoniza la anécdota que nos relata Roberto: “a Nauzet siempre le he dicho que tenía que marcar un gol de córner y en los últimos partidos, más de una vez tiró a gol directo desde la esquina. Entre ellos dio un palo en un partido muy importante y yo creo que él sabía que tenía que meter un gol. No entró, pero seguro que lo hubiera celebrado conmigo”.

Antes de despedirnos, ambos coinciden en señalar un culpable en la progresión del Real Valladolid y afirman que “Djukic ha sido la estrella de este equipo. Es una persona de mucho talento, muy trabajador, honrado y cercano con los jugadores. Se ha convertido en un emblema y ha hecho jugar muy bien al equipo”. También coinciden en que todas las cualidades que han mencionado se traducirán en la permanencia en la Liga BBVA.

Más de 30 fotografías representan la unión de una ciudad con su equipo, la conexión entre aficionados y jugadores y la alegría compartida. Ramón y Gabriel nos recuerdan a través de ellas que aquellos a quienes sacaremos los colores esta temporada, por derecho propio, fueron los que corrieron, jugaron, tocaron, robaron y sudaron la camiseta blanquivioleta para que tuviésemos un Pucela de Primera. Pero también que los jugadores se han ganado, por derecho, una tregua y se merecen el apoyo de su afición en otro gran reto.