FOTO Andrés Domingo
Fútbol | Real Valladolid
¡Hasta siempre capitán!
2 de Agosto de 2016
Fiel a la elegancia que ha demostrado en los últimos diez años, Rubio se marchó este martes de Zorrilla como un auténtico caballero. Sin un reproche, dando las gracias a todos y, por momentos, conteniendo la emoción. Y eso que su anuncio se ha demorado más de lo deseado, después de que el Club le dijera que contaba con él, para luego ser el entrenador y el director deportivo los que la abrieran la puerta de salida.
Con la presencia de otros dos estandartes del conjunto blanquivioleta, Alberto Marcos y Víctor Fernández, el mediocentro riojano hizo un repaso de lo vivido en las últimas semanas, donde pasó de tener el ofrecimiento de continuar -en palabras del presidente-, a comprobar que no entraba en los planes del director deportivo y del nuevo entrenador. "No quiero estar por estar", reconocía en la sala de prensa de Zorrilla después de haber mantenido dos conversaciones como Paco Herrera. "Le agradezco su sinceridad", llegó a decir, en un nuevo gesto de elegancia.
También se le ofreció seguir vinculado al Club, como nexo entre el vestuario y la 'planta noble', pero Rubio considera que todavía tiene fútbol en las botas "al menos una temporada más". Eso no quita para que mantenga la firme intención de regresar a la capital pucelana cuando decida cortarse la coleta.
El riojano tuvo palabras de agradecimiento para todos, absolutamente todos. Repasó su década a orillas del Pisuerga y, aunque intentó bromear para poner al mal tiempo buena cara, se le quebró la voz cuando habló de su compañero y amigo Alberto Marcos, o cuando agradeció a la afición el cariño mostrado desde el primer momento.
No aceptó preguntas, no falta de educación sino por evitar que las lágrimas afloraran en su rostro. De hecho, su mujer no pudo estar presente en esta despedida. No en vano, su familia también es pucelana por los cuatro costados.