

Esta es nuestra final de Champions
Juan Ignacio Martínez ha comparecido ante los medios de comunicación con una euforia que no se había visto nunca antes en sus ruedas de prensa durante su estancia en Valladolid. No soy un perdedor.
El técnico alicantino no quiere echar la vista atrás y pensar en el desastroso partido del pasado lunes en Balaídos. Hay que estar pensando en el partido contra el Espanyol dijo contundente.
Juan Ignacio Martínez tiene mucha rabia contenida dentro y así se ha mostrado ante los medios de comunicación. Un entrenador que ha transmitido más emoción en un momento que en toda la temporada. Dependemos de nosotros mismos. Hay que mostrar al Espanyol que nos jugamos la vida y que queremos ganar; Yo también tengo mi orgullo y dignidad muy tocados. Soy un ganador, un campeón.
Según ha explicado, los jugadores estaban cabizbajos el martes pero desde el miércoles ya tienen el chip cambiado y solo piensan en el partido que acontecerá el sábado a las 22 horas en Zorrilla.
Yo no soy nadie para pedirle algo a la afición, nosotros tenemos que demostrarles a ellos lo que queremos y lo que pretendemos.
El míster es consciente del daño que se le ha hecho a la afición después de lo ocurrido en Vigo y que no haya un punto de vista positivo de aquí a final de temporada. La afición viene cree que el Real Valladolid desde el minuto uno va a ir a por el Espanyol.
Queremos seguir en primera división con nuestro juego. Para que esto ocurra los partidos que le quedan al Real Valladolid son finales de Champions, su Champions. Tenemos que estar todos juntos en estos momentos, y si la afición nos ayuda a remar, mucho mejor. Juan Ignacio Martínez tiene la oportunidad de demostrar este sábado que vestuario y entrenador están unidos, conectan y se entienden a la perfección. Nos jugamos la vida, todo. No podemos fallar.
Ya no se trata de hablar sino de actuar en el campo ha sentenciado el entrenador blanquivioleta que ya no tiene ninguna excusa.