Mendilibar da instrucciones durante el partido. Foto Jonathan González
Fútbol
El técnico y la fuerza de la casta
"Visto lo visto hoy, como no me voy a sentir con fuerzas para seguir. Viendo la casta y las ganas que le han echado y que no se haya notado la inferioridad numérica. Vengo aquí cada día a entrenar y no me tengo que sentir respaldado por nadie. Es nuestro sino. Vengo aquí, hago lo mejor que puedo el trabajo y los que tengan que tomar decisiones lo harán", manifestó cuando se le cuestionó por su futuro y cómo se siente ante las posibles decisiones que se tomen desde arriba esta semana.
Un discurso similar al que ha empleado para explicar el desarrollo del encuentro sin profundizar en la polémica arbitral, la cual marcó el inicio de su alocución ante los medios. "Nos quitamos con diez las ataduras y los miedos. Hemos sido valientes y agresivos. Tenemos que arriesgar más si queremos llegar y quitar el balón. Cuando cogemos esos riesgos estamos más atentos. Ya no nos ganan tantas segundas jugadas, no tienen tantos espacios para tocar el balón. Hoy ha salido bien e incluso podíamos haber ganado el partido", dijo.
En la cara de la moneda se encontraba su mayor motivo de enfado: el arbitraje. "Una expulsión que no creo que sea. Me dicen que el gol de ellos es fuera de juego claro y el posible penalti a Diego Costa es tarjeta amarilla contra nosotros. Es una más. Parece que debemos algo con el tema arbitral y me estoy cansando de no hablar. Es todo en contra, y, así, pierdes la seguridad en ti mismo y no juegas bien", puntualizó.
Además, sobre su expulsión, el técnico vasco admitió que desconoce el motivo de la misma, puesto que era "la primera vez" que el árbitro se dirigía a él. "Al cuarto árbitro algo sí le he dicho. Hay tantas cosas que no entiendo y esto es una más, y en este partido ha habido muchas. No sé si ha sido indicación del árbitro o del juez de línea", detalló.