El Pucela quiere demarrar
Es viernes y es día de partido para el Real Valladolid. El conjunto blanquivioleta visita al Villarreal B con el objetivo de ganar para conseguir sumar su quinta victoria consecutiva y empezar a tener un colchón de puntos sobre el Celta, gran rival por el ascenso directo. Los gallegos juegan el sábado en el Rico Pérez frente al Hércules. Una final en toda regla.
Djukic tiene dudas. Benditas dudas. Casi todos sus habituales, disponibles. A excepción de Manucho, que ha pasado a ser secundario tras su lesión. Desde hace meses no es habitual que el Real Valladolid pueda contar con todos sus jugadores. Por ello, hoy el técnico serbio tendrá que dejar claro quienes son sus favoritos. O quienes, en su opinión, están en un gran momento de forma. Todo ha funcionado a la perfección con Nauzet y Alberto Bueno en las bandas, pero Sisi es mucho Sisi. Se perdió el partido frente al Xerez por lesión y en su regreso ante el Huesca empezó en el banquillo. Se presupone que está al cien por cien. El entrenador debe prescindir de uno de estos tres hombres esta noche.
Pero hay cosas que parecen intocables.1. Jaime Jiménez; 2.Óscar y Guerra; 3. Víctor Pérez y Álvaro Rubio; 4. Mikel Balenziaga, Carlos Peña y Marc Valiente. Falta uno y estará entre Rueda y Juanito. Al igual que en las bandas, supone esta posición un quebradero de cabeza para Djukic. Los dos han demostrado ser más que válidos, y el míster ha alternado su participación en las últimas jornadas. La experiencia del andaluz podría ser determinante en esta recta final de campeonato. Cada partido es una final.
Enfrente estará el Villarreal B. Un equipo que ha madurado con el paso de las jornadas y que ha dejado a un lado la preocupación por el posible descenso del primer equipo y su arrastre a Segunda División B. Su colchón de puntos con el descenso - diez- les permite afrontar las nueve jorandas restantes con cierta tranquilidad, pero es algo que no quiere Julio Velázquez. El joven vallisoletano dice querer que el Pucela ascienda, pero también quiere reivindicarse. Y es el día perfecto. Salió por la puerta lateral y de la mano de Roberto Olabe y está demostrando que puede llegar muy lejos.