El primer partido de muchos
El Real Valladolid marcó en el calendario el partido contra Getafe como el día del peñista, el día del fútbol base y para colaborar con el Banco de Alimentos. Eso hizo que, a pesar de la temprana hora del partido, hubiera mucho ambiente antes. Unos 2.200 niños jugadores del fútbol base asistieron a Zorrilla, por mediación de sus clubes, muchos acompañados de familiares. Nerviosos y de la mano de un compañero, guardaban cola en la puerta 8 que se convirtió en un atasco de pequeños uniformados con el chándal del club o con las camisetas del Real Valladolid, algunos con las dos cosas a la vez.
Para algunos era la primera vez que acudían al estadio Zorrilla y han visto un buen partido, con victoria incluida. Muchos se lo contaban a la salida a sus padres que fueron a recogerles: "Y marcó Óscar y Javi Guerra, pero el Getafe hizo un gol antes del descanso". "Menos mal que hemos ganado, mamá". "¿Y Manucho?", pregunta un padre.
También Tania acude por primera vez a ver jugar al equipo blanquivioleta, del que es socia ella y toda su familia. Sólo tiene 9 meses y a buen seguro que sus padres se llevan un grato recuerdo de este partido, como su hermana mayor, fan de Ebert. La familia de Merce ha venido de Laguna de Duero. Presentando el carné de la Federación de Peñas y el carné de abonado recibían una invitación gratuita. Así habrán venido unas 150 personas más invitadas, calcula José María Ordaz, presidente de la Federación de Peñas.
A pesar de que asegura que "hoy jugamos contra Getafe, el partido del Valencia ya pasó y está en manos de otros estamentos", es nombrar la polémica jugada y se abre un pequeño debate en la peña Escudo Blanquivioleta de Tordesillas. Muchos son socios, pero han venido acompañados de otra veintena de amigos, gracias a las invitaciones, explica su presidente Jesús Díez Sánchez. Juntos, con aficionados madrileños, llenan el bar de los Anexos en la tarde soleada y posan contentos para la foto. Algunos traen bolsas con comida para el Banco de Alimentos. "No os habréis olvidado de la comida, que hay que ayudar", dice un señor más mayor que se acerca a los peñistas. Los donantes reciben una papeleta para un sorteo de entradas para el encuentro contra Sevilla.
El fantasma del arbitraje sobrevuela Zorrilla y cada jugada es mirada con lupa. La grada anima y aplaude a los suyos, pero también pita, silba, reclama falta o tarjeta a los jugadores del Getafe cuando pierden tiempo, aplauden la decisión de la roja a Alexis, dudan de si ha pitado penalti y bromean diciendo "no puede ser" y en el momento más tenso, gritan "Corrupción en la Federación". No será fácil olvidar. Cuando se retiran los árbitros al descanso, sumado al gol reciente del Getafe, la pitada alcanza su máximo esplendor.
El buen tiempo, los abonados, 42 peñas y los niños de los clubes hacen que el público de Zorrilla roce los 17.400 espectadores que disfrutan de una victoria seis jornadas después. Algunos por primera vez y a buen seguro que no será la última.