El partido de la ilusión
El sueño se ha hecho realidad. Tras muchos años de sufrimiento, hundidos en el pozo de Segunda, el Real Valladolid ha vuelto a Primera. Ya había jugado la semana pasada ante el Girona en Montilivi, pero para muchos pucelanos la Liga empezaba este sábado ante el F.C. Barcelona. Primer partido en casa de la temporada, ante el campeón de la campaña pasada de la “mejor Liga del mundo”. Pocos alicientes más hacen falta para que una ciudad entera se vuelque por una causa. Y es que este partido no era un partido más, este era el partido de la confirmación de que el Pucela es de Primera, y Valladolid lo sabía.
Eran las 20:30 horas, faltaban poco menos de dos horas para que el balón comenzara a botar por el césped del José Zorrilla, pero el partido ya había empezado. Miles de aficionados se agolpaban en la puerta cuatro del estadio para dar ese punto extra de motivación a unos jugadores blanquivioletas que llegaron como si de héroes de la antigüa Roma se trataran. “Es muy emocionante volver a estar en Primera. Hay que animar a estos jugadores pase lo que pase. Gracias a ellos estamos aquí. Se lo merecen ellos y también Pucela. Este año a disfrutar” nos explicaba un socio del club en las afueras del José Zorrilla.
Tras el espectacular recibimiento al equipo, los aficionados entraban a un estadio en el que se respiraba un ambiente a fútbol único. Ese de las grandes citas en el que sabes que todos van a remar en la misma dirección, aunque el barco no llegue a buen puerto. “A ver si tenemos suerte. De los equipos que ascienden todos los años, siempre hay uno que se mantiene gracias a la ilusión y al empuje de la afición, a ver si este año es el Real Valladolid” nos comentaba un aficionado del club.
Y es que “ilusión” es la palabra más repetida por la afición esta temporada, más aun empezando ante un club como el Barça. “No es que este partido sea ilusionante, es que es muy ilusionante empezar la Liga en casa ante el Barça, que es uno de los mejores equipos del mundo” nos confesaba de nuevo el aficionado del Valladolid en la previa del partido.
Durante el transcurso del partido se vio un José Zorrilla volcado por completo con el Real Valladolid. Cada ocasión de los blanquivioletas, por muy poco peligrosa que fuera, era ovacionada por la grada. Más aun cuando el Barcelona se adelantó. Tanto los jugadores como la afición no bajaron los brazos hasta el último minuto, en el que Keko hizo explotar el estadio con el gol del empate, aunque más tarde el VAR lo anularía.
Ya con el partido terminado, y con el sabor amargo de haber podido lograr el empate en el último minuto, la afición se quedó aplaudiendo a los jugadores y estos respondieron haciendo lo mismo desde el centro del campo, dejando claro que este año la comunión entre afición y plantilla es total.