El Hotel Atrio, talismán hasta la final
El grupo de seguidores de Valladoliddeporte que vivió la última oportunidad de ver un partido de la Eurocopa en el Hotel Atrio con deportistas de la ciudad sufrió hasta la tanda de penaltis para después abrazarse de alegría.
El jugador del Club Baloncesto Valladolid Stephan Dumas, que llegó acompañado por su mujer Noelia y sus hijas, y 'el Pibe' Aramayo, exfutbolista y exmasajista del Real Valladolid, quisieron vivir con la página web el encuentro de semifinales contra Portugal.
José Antonio Peinado y Jesús Sarmentero y sus amigos, Fernando Fernández, y la familia formada por Javier Ruiz, Mª José Vegas y Paula Ruiz, más todos los acompañantes, sufrieron los 120 minutos de partido hasta llegar a los nervios de los penaltis.
Al llegar, los obsequios de Rubí 5 fueron esta vez bolígrafos, aplaudidores hinchables y matracas rojas y amarillas que sirvieron para liberar tensiones, ya que durante el partido estuvieron muy callados y solo de vez en cuando se oía algún resoplido y algún comentario hacia Cristiano Ronaldo o Pepe.
En el descanso, como es habitual, el hotel Atrio sirvió algo de comer y beber, y algunos aprovecharon para charlar con Dumas, que se tuvo que ir en la segunda parte. Además, Justo Muñoz había regalado una camiseta del ascenso del Real Valladolid para sortear entre quienes supieran en qué año llegó Aramayo a España. Ante el baile de fechas, sólo dos supieron que 1971 era la respuesta correcta y desempató quién adivinara si era argentino o español.
La explosión llegó en la prórroga, cuando agitaron sus matracas para hacer ruido animando a España, cantaron "a por ellos", se levantaron y casi gritaron gol de Iniesta, "uy, uy"... La tensión se apoderó de la sala en los penaltis que se vivieron como en toda España con tensión y alegría. De la decepción y sorpresa del fallo de Xabi Alonso, a los gritos de "¡Iker! ¡Iker!" en su parada a Moutinho. Comentarios en el magnífico penalti de Sergio Ramos, abrazos en el fallo de Bruno Alves y los nervios llevaron a alguno a preguntar: "Si lo mete ahora, ya pasamos, ¿no?" Y entonces, ese gol de Cesc que coloca a España en su tercera final. No hay dos sin tres. Es el momento entonces de gritar, aplaudir, abrazarse, felicitarse, saltar...
España está en la final y éste ha sido también el final de una iniciativa de la página web Valladoliddeporte, que ha sido posible gracias sobre todo a los lectores que se han apuntado y a los invitados deportistas que han querido compartirlo con nosotros. Por supuesto, también al Hotel Atrio que nos ha acogido todos estos encuentros, a Rubí 5 que ha regalado el merchandising de "España es la caña" y a los clubes deportivos que cada día han cedido entradas y camisetas para que las sorteáramos. A todos, gracias.
