Fútbol  |  Real Valladolid

El hombre tranquilo

19 de Noviembre de 2010
Imagen de itorres
Escrito por
Iñigo Torres

Guillermo Sanz  


Si John Ford hubiera conocido a Torres Gómez seguramente su “Hombre tranquilo” hubiera tenido otro rostro. A la mano derecha de Antonio Gómez le ha tocado dar un circunstancial salto a la primera línea de batalla en el momento de la temporada en el que las críticas se emitían en voz más altas. Una vez ganada la primera batalla, cede los laureles de la victoria a sus jugadores y relega su estado de invicto a un mero dato anecdótico: “Que no haya perdido como entrenador son circunstancias. Lo importante es que el equipo reaccionó muy bien el otro día y dio la vuelta a una situación muy complicada”.


El segundo de Gómez destaca la inyección de moral que para los jugadores supuso meter en la saca tres puntos que parecían perdidos: “Empezamos bien, luego ellos tomaron las riendas del partido, pero los chicos dieron la vuelta al marcador, algo que para la confianza del equipo vino fenomenal”, afirma.


La intensidad del partido llevó a una tángana que se cobró como víctimas a un soldado de cada equipo. La estrategia viguesa de hacer correr el cronómetro es comprendida por Torres Gómez, que quita hierro al triste espectáculo dado en el césped del José Zorrilla: “Son nervios que suceden. Es normal, nosotros a lo mejor hubiéramos hecho lo mismo. Si un equipo te está apretando fuera de casa lo normal es parar el partido”


El madrileño se encuentra cómodo con su chándal y por su cabeza no pasan los planes de enfundarse un traje y hacerse baluarte en un banquillo: “No me lo planteo. Vivo el día a día. Ahora estoy de segundo con Antonio y estoy encantado. Es una labor que me gusta, de la que estoy aprendiendo mucho. No tengo más objetivo que ayudar al entrenador en todo lo que pueda. Me ha tocado estar en el banquillo un par de partidos, pero nada más”, afirma Torres Gómez.