El aspirante incesante

Sabe que es un púgil capaz de adaptarse a las adversidades y que apuesta a tumba abierta por mantener a su oponente, sea cual sea, cerca de las cuerdas. Una filosofía que Djukic observa que ha calado en sus futbolistas, a los que otorga plena confianza sin dilación.

Se lo han demostrado, pues está contentísimo con la línea que atraviesa el equipo. "Está dando la talla en todos los partidos, siendo muy regular. Podremos jugar mejor o peor, pero en todos los partidos ha luchado y ha peleado. Aún podemos progresar, pero tenemos una buena filosofía que nos está dando resultados y los jugadores van creyendo cada día más en nuestras posibilidades de ser campeones", aseveró el serbio este jueves en rueda de prensa.

Tras veinte jornadas, se ha instalado en la cuarta posición, acechante y a un tiro de victoria de aterrizar en el liderato o los puestos de ascenso cuando a punto está de completarse el ecuador del recorrido hacia la gloria. Hay hambre y mimbres...

Las medias tintas no le sirven a este Real Valladolid que, en su opinión, sólo quedará contentado si asciende a la élite del fútbol español allá por el mes de junio (o incluso antes si se tercia). "Lo más importante es que el equipo entra con esta mentalidad en cada partido. Va a por el rival desde el principio, a mandar en el juego y siempre dando la cara. Luego saldrá lo que tenga que salir", reflexionó.

Los contratiempos en forma de baja que asolarán el once inicial en el partido ante el Guadalajara de este sábado (18,00 horas, Pedro Escartín) tampoco le cambian el rictus sereno y tajante. La sanción de Jaime, la lesión en el hombro de Sisi o las molestias que acumulan Nafti o Nauzet podrían obligar al técnico a introducir múltiples variantes sobre su once tipo. No le preocupa.

"Hay gente preparada que espera su oportunidad. Son jugadores importantes pero los que entran son de garantías. Somos un bloque y lo importante es que todo el mundo entra con ganas y la misma mentalidad. Hasta ahora nunca se ha resentido sin ninguna baja", argumentó.

Tampoco espera que ocurra el sábado, cuando se encuentren con el Guadalajara, conjunto recién ascendido que ocupa la decimotercera posición de la tabla clasificatoria. Un equipo frente al que el Real Valladolid quiere asestar un golpe que aclare su mejoría a domicilio y le valga para relamerse las heridas dejadas por el extraño empate que sumó ante el Alcorcón. "El equipo tiene la obligación de ir a por los tres puntos" ante un rival al que analizó como "un rival muy intenso en su campo" y que posee futbolistas "muy incómodos". "Si te mete en su medio campo te gana el partido. Saca provecho de las segundas jugadas", avanzó.

La conferencia de prensa no eludió cuestiones extradeportivas. Las declaraciones de Nafti y Guerra sobre la incertidumbre que corroe a la plantilla por el nuevo escenario económico que se presenta con la ley concursal. "Estoy con mis jugadores, que piden información y lo que les pertenece. En ningún momento vamos a dejar lo prioritario, el fútbol. Tienen derecho de ir y que les diga alguien lo que va a pasar. Por lo menos podrían haber venido a que se nos explicara el tema", dijo.

Problemas para nada baladí que "distraen" a la plantilla, algo que "no" le "gusta", pues, según reiteró, "lo principal es el Guadalajara, un rival enorme, muy difícil y muy duro".

Además, se refirió al susto que ha protagonizado Carlos Lázaro durante el entrenamiento en el que era el segundo día que se entrenaba con normalidad tras superar una aparatosa lesión de rodilla. Señaló que ha sufrido un esguince de tobillo a la espera de que se le realicen las pertinentes exploraciones mañana. "Anímicamente está afectado. No está teniendo mucha suerte. Pero tiene que luchar y pelear porque no le queda más remedio", concluyó.