Partido de ida en Zorrilla contra el Elche. FOTO: Jonathan González
Partido de ida en Zorrilla contra el Elche. FOTO: Jonathan González
Partido de ida en Zorrilla contra el Elche. FOTO: Jonathan González
Fútbol  |  Real Valladolid

El aliado del anti-fútbol



De hecho, el Elche encontró en el colegiado Amoedo Chas un aliado del anti-fútbol que promulgó en toda la eliminatoria. Permisividad latente que acabó con las ensoñaciones blanquivioletas en un 12 de junio de funesto recuerdo para la parroquia vallisoletana.

Un 3-1 que escoció por cómo se produjo. Sobre todo en el segundo período, donde los jugadores del Elche emplearon las artimañas más chabacanas para desquiciar al Real Valladolid y evitar que se jugase al fútbol. "Nosotros intentamos jugar al fútbol y ellos totalmente a destruir. Después de ponerse por delante intentaron que pasase el tiempo y que no sé jugase nada. Para eso hay una persona que lo tiene que controlar y ayer no se dio el caso. Se le fue de las manos y nos perjudicó a nosotros", declaró a su llegada a Valladolid el capitán.

Tanto damnificó a los jugadores vallisoletanos como para sacarles del partido. "Cuando tienes ese tipo de situaciones que el árbitro no controla ni para bien ni para mal, es muy difícil que te puedas meter en el partido porque no tienes continuidad en el juego. A cualquier futbolista le desespera, pero no había posibilidad de poder contrarrestarlo", apuntó.

"This is football", como dirían los ingleses. Tan injusto a veces como lo sería un premio Grammy a Leonardo Dantés. Una balanza desnivelada que ha desembocado en "una situación complicada", de bulliciosa digestión para los jugadores.

"Después de hacer un buen fútbol, de apostar todo en esta eliminatoria, nos venimos con una derrota que hace que no sigamos adelante. Tenemos que asumirlo e intentar limpiar la cabeza y empezar la temporada que viene con ganas", matizó Baraja.

Una derrota que pone el punto y fina a una temporada que Baraja estimó repleta de "altibajos", pero en la que el Real Valladolid se clasificó para un playoff de ascenso en el que, desde su punto de vista, han sido "el equipo que más ha apostado por jugar al fútbol".

"No nos ha premiado con la clasificación para la final, pero nos quedamos contentos con haber llegado hasta ahí demostrando que hemos muerto con nuestras ideas. Lógicamente hay cosas que mejorar y perfilar para el año que viene, pero si de lo bueno conseguimos mantener muchas cosas creo que tenemos un buen camino por delante", explicó.

A su llegada a la estación de trenes de Valladolid, la expedición ha sido recibida por cerca de medio centenar de aficionados que les han agasajado. "Esta situación es complicada para ellos también. Es de agradecer que sigan con ese apoyo. Lo único decirles que muchas gracias y que intentaremos recuperarnos cuanto antes para estar otra vez con posibilidades de ascender", sentenció el capitán, quien dio el relevo ante los micrófonos a Álvaro Rubio.

El riojano consideró la eliminación del Real Valladolid a todas luces injusta. "Hemos hecho más en los dos partidos, aunque hay que pensar que el fútbol a veces te castiga de esta forma", declaró Rubio, quien incidió "en pasar página" y no hablar de la actuación arbitral del colegiado Amadeo Chas en el partido de vuelta celebrado ayer en el estadio Martínez Valero (3-1).

"Todo el mundo lo vio. La prueba está ahí, en el partido. A mi tampoco me gusta echarle la culpa a los árbitros y hay que pensar ya en lo que viene", dijo, pese a admitir que "da mucha rabia" perder cómo el Real Valladolid lo hizo. Empero quiso dejar claro que él se va "con la cabeza bien alta, pues el equipo ha hecho un trabajo extraordinario".

Por último, y cuestionado por el balance de la temporada, el medio centro riojano aseveró: "Ha sido un poco irregular. El equipo ha hecho un esfuerzo en la segunda vuelta muy fuerte y ahí está la prueba, que nos hemos clasificado para los playoff. Llegábamos en un buen momento y se ha ido al traste. Otras veces tendremos más suerte".