El adiós al infierno empieza en Alcorcón

Dos partidos, 180 minutos -como poco- y un único objetivo: ascender a la Liga BBVA. El Pucela afronta en Santo Domingo el partido más importante de la temporada hasta la fecha. Lo hace consciente de que hay medio ascenso en juego y es imprescindible sacar un buen resultado del campo madrileño. Pero por encima de todo, la clave es intentar no encajar.
Al equipo le obsesiona dejar la portería a cero porque sabe que esa circunstancia le coloca en Primera División si se da tras el partido de ida y el de vuelta.

El Pucela quiere dar un golpe encima de la mesa en un campo reflejo de la Segunda División: pequeño, que aprieta y donde es muy difícil conseguir la victoria. De hecho, el Alcorcón no pierde en su casa desde noviembre de 2011. Si alguien puede acabar con esa dinámica es el conjunto vallisoletano.

El Real Valladolid asume el papel de favorito y sabe que no puede ser infiel a su filosofía. El 0-2 que desperdició en ese mismo escenario hace unas semanas es la mejor lección para no caer en la misma trampa. Aquel día dio un paso atrás que terminó siendo definitivo para despedirse del ascenso directo. Djukic viaja con 19 jugadores y lo hace en un desplazamiento que se llevará a cabo en el día.

Muchas han sido las incógnitas sobre la disponibilidad de hombres importantes para la cita, y solo algunas han quedado despejadas. Jaime y Nauzet han trabajado con normalidad, Sisi forzará su reventado hombro y Óscar González será duda hasta minutos antes de que arranque el partido. El charro robará y de su presencia dependerá el once titular, que podría ser el mismo del domingo frente al Alcorcón con la única variación del portero. El que no ha podido entrar en la convocatoria es Álvaro Rubio, que no está para disputar un partido de tal exigencia. Sí está en la lista Manucho, que lejos de ser perdonado por Djukic ha sido el serbio el que ha pedido disculpas al angoleño.

El Alcorcón afronta el partido en un Santo Domingo lleno para la ocasión y con la presencia de 400 aficionados blanquivioleta en las gradas. Anquela tiene la duda del central Babin, que estaba descartado tras el encuentro frente al Hércules pero podría forzar por la relevancia del duelo. Los alfareros insisten en que no sería un fracaso quedarse a las puertas del ascenso y que lo logrado ya es un premio. Sin embargo, al igual que el Córdoba, lo hace con la boca pequeña.