Djukic y un equipo que ha unido y calentado Valladolid

Una cohesión que ha fructificado en el ascenso conseguido este sábado antológico ante el Alcorcón. "Se ha logrado como toda la temporada, sufriendo. Este equipo ha demostrado otra vez que tiene una casta impresionante y que ha sido capaz de sobreponerse a las dificultades. El equipo ha sabido sufrir y buscar el gol. Hemos conseguido subir y esta gente se lo merece por lo que hemos sufrido todo el año y porque ha conseguido convencer a la afición", comentó.

Asimismo, enumeró las virtudes de su equipo mostradas durante toda la temporada. "Hemos sido un equipo muy solido. Siempre hemos creído en nuestras posibilidades. Hemos sido un equipo ganador, con casta que sabía en cada momento lo que quería. Nuestra arma principal ha sido la constancia defensiva que nos ha permitido dar tranquilidad al equipo", dijo.

Djukic señaló que los culpables de este éxito son "los jugadores" y se mostró "muy orgulloso" de ellos, pues en todo momento han "dado todo por el equipo y para el club. Así, nombró a jugadores como Sisi o Nauzet, que ya tienen otro destino para la próxima temporada, o Jofre, Nafti o Juanito, que acaban contrato, pues "sabiendo que no se van a quedar aquí han tenido una profesionalidad impresionante".

De este modo, manifestó que él sólo ha "organizado" todo esto y conseguido que el equipo "sea competitivo y esté unido". "Somos un equipo pequeño con un gran corazón. Siempre hemos querido el protagonismo con el balón, siendo organizados y agresivos. Hemos hecho muchísimas cosas muy buenas que le agradezco al equipo", agregó.

También puntualizó que está "muy agusto y contento" en Valladolid, que no quiere moverse el año que viene, que está "preparado" para asumir el reto de dirigir al equipo en Primera, así como que espera que este ascenso dé estabilidad al club.

"Lo más importante es mantener esta mentalidad y este espíritu de lucha. Ser fiel a una idea. Esperamos ser un equipo de primera aguerrido", apuntó el técnico serbio, quien, para concluir, resaltó que sus jugadores han calentado y unido a la afición con el club, formando "una piña" que espera dé sus frutos "en el futuro".

Mientras, el entrenador del Alcorcón, Juan Antonio Anquela, ensalzó el "corazón y orgullo" de sus jugadores, así como admitió que es uno de los días "más tristes" de su carrera deportiva. "Teníamos mucha ilusión y hemos venido mentalizados para intentar dar la sorpresa. El rival es muy bueno y no se ha descompuesto casi nunca. Hay que dar la enhorabuena a los jugadores porque es más que increíble cómo pelean y cómo trabajan. Hasta el último minuto hemos estado peleando y metiendo el miedo a un señor equipo como el Real Valladolid", declaró.

Anquela incidió en que su equipo se ha "ganado el respeto" esta temporada, en la que han estado a punto de materializar "una gesta impresionante". "Me faltan calificativos para definir a mi equipo. Ha estado siempre al máximo nivel y eso es lo más importante. Mucha gente está siendo muy injusta. Quiero que se valore ese trabajo. Tienen un corazón y un orgullo que no les cabe en el pecho", sentenciado.