Djukic anuncia que no sigue

También se deshizo en agradecimientos a toda la gente del club y el entorno blanquivioleta, así como eludió pronunciarse sobre su posible destino. Suenan Valencia o Benfica, dos equipos "top", dijo, que según admitió estaría encantado de dirigir.

Antes, no cabía un alma en la sala de prensa del estadio José Zorrilla. Una nube de fotógrafos le tapaba y Djukic bromeaba: "como el día de mi presentación". Inmediatamente después y una vez se silenció el ruido de los flashes y los disparadores, el preparador serbio deslizó su "speech" de despedida.

"Comunicaros que la próxima temporada no sigo con vosotros. Quería agradeceros la colaboración que hemos tenido y agradecer club, a las personas que lo integran, a la afición, a la prensa estos dos años maravillosos llenos de éxitos y en los que me he entregado a tope y hemos conseguido los objetivos que nos hemos marcado. Es la hora de buscar otro reto. He sido muy feliz aquí", comentó de primeras Miroslav Djukic, quien, en seguida, desprendió las claves que, a su juicio, han cimentado estos logros y que él intentó inculcar en equipo y club, consiguiéndolo, desde el primer día.

En este sentido, espetó que tan sólo intentó "hacer unión entre club, prensa, gente y jugadores" y ahora el Real Valladolid tiene "un equipo con filosofía propia" y un club "con gente volcada". "Con esta filosofía hemos conseguido los objetivos. Para mí lo mas importante es tener estilo y filosofía", agregó.

A renglón seguido, indicó que aún no tiene claro dónde va a ir. "Me voy porque pienso que voy a tener algún nuevo proyecto. Otro objetivo. Por ahora no lo tengo. Vamos a esperar a lo que acontece", señaló.

También aseguró que la culpa de que su proyecto inicial de tres años se haya quedado en dos es de los jugadores, dado que son "los que han hecho bien las cosas, subir a Primera y consolidar el equipo en la categoría de forma desahogada".

Recalcó que se ha exprimido por el Real Valladolid, que ha dado el cien por cien y ha trabajado las veinticuatro horas al día durante los dos años en los que ha llevado el timón del conjunto vallisoletano. "Estoy encantado de haberlo hecho. La ciudad, la gente se lo merece. Siempre me he sentido valorado. Es la hora de irme y buscar otros objetivos. El Valladolid me ha dado la oportunidad y yo he respondido", anotó.

Una decisión, la de no continuar, que tomó hace dos meses y que comentó al presidente una vez se consiguió el objetivo de la permanencia "para no entorpecer las cosas". Muestra de que siempre ha velado por los intereses del club y de las personas que lo componen, con las que, ha puntualizado, ha tenido una relación "extraordinaria".

Y a pesar de que nunca se ha escondido o mostrado dos caras, ni delante ni detrás de los focos. "Yo no tengo secretos. Cuando tenía que pelear con mis jugadores, lo he hecho delante de vosotros -por los periodistas- y cuando los he elogiado también, al igual que con el director deportivo. No tengo dos caras. Siempre voy de frente. Intento ser justo y en esta profesión es muy difícil. Pido perdón si ha alguien he ofendido en este momento. Seguramente me habré equivocado, pero siempre pensando en el club", explicó.

Djukic también desveló que ayer, durante una comida, comunicó a la plantilla su decisión y ésta le regaló un aplauso. "Lo mismo aplaudían porque me marcho", bromeó el serbio antes de apuntar que este grupo, compuesto por jugadores, utileros, fisioterapeutas, médicos, las chicas de la limpieza... "es la mayor fuerza que tiene este túnel".

"Yo soy hombre del túnel. Estoy encantado con la parte de arriba, pero yo vivo aquí y es donde mejor me desenvuelvo. He pasado dos años maravillosos aquí. Creciendo, mejorando, aprendiendo y lo más importante, consiguiendo los objetivos del club", reflexionó el técnico que no obvió que Valladolid ha dejado "una huella importante" en su vida y dejó una puerta abierta a un futuro retorno.

Sin embargo, aclaró que le gustaría ser recordado por los almanaques y el imaginario colectivo como "un buen profesional que ha dado todo" y que todo lo que hizo fue con "con corazón, con sentimiento". "He paseado con orgullo el nombre de Valladolid. He estado muy orgulloso de cómo jugaba este equipo, de su mentalidad y de los chicos. Muchos de nosotros no éramos muy conocidos y gracias al Valladolid nos hemos hecho un hueco en la Primera", aseveró.

De hecho, opinó que han creado "un estilo" que dependerá del próximo entrenador que se mantenga o no, al mismo tiempo que enumeró los valores que, desde su punto de vista, su equipo ha portado como bandera.

"Gracias al esfuerzo, el trabajo y la humildad este grupo puede seguir creciendo mucho más. Tiene que mantener estos valores. Los equipos pequeños se pueden mantener gracias a estos valores. Cuando olvidemos que somos un equipo pequeño no tenemos nada que hacer. La esencia de este equipo es el bloque el trabajo, el sacrificio, cuando pierdes la humildad dejas de crecer", sentenció el técnico del Real Valladolid hasta el partido de este sábado ante el Mallorca.

Un preparador que ha unido a afición y equipo, que ha inculcado una idiosincrasia balompédica basada en el gusto por el trato de balón aliñado con intensidad defensiva. Un técnico que será recordado como un buen tipo que sacó lo mejor de muchos de sus futbolistas, ensambló al vestuario, culminó los objetivos sin variar sus ideales sustentados en el compromiso y la humildad, defensor a ultranza del FAIR PLAY y que, incluso, creo un eslogan sublime. Hoy, más que nunca, #SomosValladolid.

Hasta siempre Miroslav.