Alberto Bueno controla ante un jugador del filial. FOTOS Photogenic
Fútbol | Real Valladolid
Destellos y reivindicaciones
30 de Julio de 2012
Fulgor llegado a fogonazos y aderezado con la presencia de unas dos mil personas que casi coparon la preferencia A del estadio José Zorrilla. Hinchas que disfrutaron de las primeras probaturas medianamente serias y descubrieron algunas de las cualidades de las últimas incorporaciones. De las cuatro, el alemán Ebert, ávido de paredes y pases al huevo, fue el más incisivo pese a que no actuó como un extremo paralelo a la cal.
Pero vayamos por partes de un relato dividido en tres actos y en el que el equipo compuesto por los "titulares" más Rukavina, Ebert y el canterano Lolo impuso su hipotética mayor calidad al derrotar a los suplentes por 2-0 y al Promesas por 3-1.
Un once compuesto por Jaime, Rukavina, Rueda, Marc Valiente, Balenziaga, Ebert, Rubio, Víctor Pérez, Lolo, Óscar y Guerra que hubo de esperar a la primera bajada de telón para aparecer en escena...
Y es que primero fueron los Dani, Mongil, Lázaro, Pesca, Peña, Navas, Sastre, Baraja, Bueno, Neira y Manucho los que se enfrentaron a los pupilos de Torres Gómez. El resultado, un empate a cero que no debió ser tal dadas las oportunidades que no consiguió concretar el angoleño. Su testa dispuso de hasta cuatro balones. Dos los remató fuera, otro lo repelió la cepa del poste y en otro el guardameta del Real Valladolid B Facundo sacó una portentosa mano a la altura del travesaño.
Ocasiones al limbo de los primeros treinta minutos en los que brilló Alberto Bueno, rabioso, ágil y con criterio desde la izquierda. Con mono de esférico. La grada se percató y le regaló varias ovaciones en medio de un duelo en el que el equipo presionó y manejó a un filial al que le costaba combinar.
Entretanto, Neira apareció poco y Sastre evidenció rápida salida de balón aunque a algunos de sus diagonales a los extremos largos adolecieron demasiada potencia. Tampoco ha tenido mucho tiempo para calibrarla.
Segundo acto. Los suplentes se midieron a los titulares. A los recién entrados les costó adquirir el tacto con el cuero, aunque estaban ordenados ante la mayor soltura en cuanto a la posesión de los suplentes. Manija infructuosa pues sólo Bueno fue capaz de germinar peligro, como en un caracoleo dentro del área que cedió atrás y Manucho no acertó a controlar y rematar, así como una falta que obligó a Jaime a estirarse hacia la base del palo.
El otro bando, por su parte, se fue entonando y aprovechándose de la escasa experiencia de Lázaro y Pesca en el centro de la zaga para robar cerca del área. Así llegaría el primer tanto, obra de Patrick Ebert y de cabeza después de que Guerra recobrase la pelota cerca de la línea de fondo y le asistiese.
Un gol que el equipo de los suplentes encajó mal. Dio más facilidades y, así, una buena jugada colectiva acabó con Lolo pisando el área. Su disparo lo atajó Rodrigo pero el rechazó se posó en las botas de Javi Guerra justo donde más daño hace: la frontal del área. 2-0 y turno para más chavales del filial.
Tercer y definitivo acto en el que los componentes del primer equipo dominaron el cuero a su antojo y los nuevos -Ebert, Rukavina (serio y con buena incorporación aunque sin ganar la línea fondo) y Lolo- tuvieron menos ambages. De este modo, Guerra, de nuevo, abrió el marcador gracias a una buena asistencia hacia atrás de Óscar tras un centro desde el costado de Ebert.
Tres minutos más tarde, Rubén Díaz, del filial, devolvió el empate al marcador con un remate de cabeza tras un centro llegado desde la esquina. Arañazo insuficiente como para desangrar a los hombres de Djukic, pacientes e inclementes en la presión.
Óscar volvió a adelantar a los profesionales a pase de Álvaro Rubio y libre de Marca. Después, Víctor Pérez bajaría el telón y apagaría las luces (3-1) tras acudir a la presión, recuperar y adentrarse en el área para batir con sutileza al portero del filial.
Conclusiones a posteriori de las primeras probaturas de pretemporada, las cuales tendrán su continuación el miércoles en Luarca, donde el Real Valladolid se enfrentará al Sporting de Gijón (19,30 horas).
Pero vayamos por partes de un relato dividido en tres actos y en el que el equipo compuesto por los "titulares" más Rukavina, Ebert y el canterano Lolo impuso su hipotética mayor calidad al derrotar a los suplentes por 2-0 y al Promesas por 3-1.
Un once compuesto por Jaime, Rukavina, Rueda, Marc Valiente, Balenziaga, Ebert, Rubio, Víctor Pérez, Lolo, Óscar y Guerra que hubo de esperar a la primera bajada de telón para aparecer en escena...
Y es que primero fueron los Dani, Mongil, Lázaro, Pesca, Peña, Navas, Sastre, Baraja, Bueno, Neira y Manucho los que se enfrentaron a los pupilos de Torres Gómez. El resultado, un empate a cero que no debió ser tal dadas las oportunidades que no consiguió concretar el angoleño. Su testa dispuso de hasta cuatro balones. Dos los remató fuera, otro lo repelió la cepa del poste y en otro el guardameta del Real Valladolid B Facundo sacó una portentosa mano a la altura del travesaño.
Ocasiones al limbo de los primeros treinta minutos en los que brilló Alberto Bueno, rabioso, ágil y con criterio desde la izquierda. Con mono de esférico. La grada se percató y le regaló varias ovaciones en medio de un duelo en el que el equipo presionó y manejó a un filial al que le costaba combinar.
Entretanto, Neira apareció poco y Sastre evidenció rápida salida de balón aunque a algunos de sus diagonales a los extremos largos adolecieron demasiada potencia. Tampoco ha tenido mucho tiempo para calibrarla.
Segundo acto. Los suplentes se midieron a los titulares. A los recién entrados les costó adquirir el tacto con el cuero, aunque estaban ordenados ante la mayor soltura en cuanto a la posesión de los suplentes. Manija infructuosa pues sólo Bueno fue capaz de germinar peligro, como en un caracoleo dentro del área que cedió atrás y Manucho no acertó a controlar y rematar, así como una falta que obligó a Jaime a estirarse hacia la base del palo.
El otro bando, por su parte, se fue entonando y aprovechándose de la escasa experiencia de Lázaro y Pesca en el centro de la zaga para robar cerca del área. Así llegaría el primer tanto, obra de Patrick Ebert y de cabeza después de que Guerra recobrase la pelota cerca de la línea de fondo y le asistiese.
Un gol que el equipo de los suplentes encajó mal. Dio más facilidades y, así, una buena jugada colectiva acabó con Lolo pisando el área. Su disparo lo atajó Rodrigo pero el rechazó se posó en las botas de Javi Guerra justo donde más daño hace: la frontal del área. 2-0 y turno para más chavales del filial.
Tercer y definitivo acto en el que los componentes del primer equipo dominaron el cuero a su antojo y los nuevos -Ebert, Rukavina (serio y con buena incorporación aunque sin ganar la línea fondo) y Lolo- tuvieron menos ambages. De este modo, Guerra, de nuevo, abrió el marcador gracias a una buena asistencia hacia atrás de Óscar tras un centro desde el costado de Ebert.
Tres minutos más tarde, Rubén Díaz, del filial, devolvió el empate al marcador con un remate de cabeza tras un centro llegado desde la esquina. Arañazo insuficiente como para desangrar a los hombres de Djukic, pacientes e inclementes en la presión.
Óscar volvió a adelantar a los profesionales a pase de Álvaro Rubio y libre de Marca. Después, Víctor Pérez bajaría el telón y apagaría las luces (3-1) tras acudir a la presión, recuperar y adentrarse en el área para batir con sutileza al portero del filial.
Conclusiones a posteriori de las primeras probaturas de pretemporada, las cuales tendrán su continuación el miércoles en Luarca, donde el Real Valladolid se enfrentará al Sporting de Gijón (19,30 horas).