Delibes y Zorrilla se merecen una victoria
Sigo viendo bastantes partidos por televisión y me entretienen, pero no los vivo con la intensidad de antes, no llegan a cautivarme. A lo mejor hay que atribuirlo todo a mi falta de juventud, pero creo que el fútbol era hace 70 años más espontáneo y menos táctico, con la consecuencia de que se metían muchos más goles. Ayer los futbolistas presumían de ofensivos y hoy lo hacen de defender bien. Esa es una de las grandes diferencias, dijo hace años Delibes en Abc.
Claro está que no era el maestro seguidor de Cristiano Ronaldo ni de Kaká, pero que en su día le encantó el fútbol y sintió verdadera pasión por el Real Valladolid. Delibes se despidió del mundo con su equipo cerca de Segunda, y que bonito sería dejar para lo anales de la historia del fútbol poder contar que el Pucela resurgió de sus cenizas a partir del día que el gran escritor nos dejó.
Los errores del pasado hacen que el presente, por difícil que sea, haya que superarlo. Y el presente pasa por el líder, el equipo galáctico, el club de los ases mundiales: el Real Madrid. Un equipo todopoderoso pero humano, al que la eliminación en Champions le podría pasar mañana factura mental. Una nueva derrota puede ser mortal para los de Onésimo, que no tienen otro remedio que mirar de reojo lo que hagan Racing y Zaragoza en su duelo directo. Ahora, si no se logran los tres puntos en juego mirar no significará acortar diferencias.
Manucho es la baja más significativa en los locales. El delantero angoleño se une a Sisi, Jacobo, Sesma y Álvaro Rubio. Los centrales Luis Prieto y Sereno no están a tope y no han sido incluidos en la lista. Además, por decisión exclusivamente técnica, se quedan fuera el defensa Barragán y el centrocampista Héctor Font.
El once titular vuelve a ser una incógnita, aunque con respecto a Bilbao la novedad puede ser la vuelta de Pedro López al lateral y la presencia de Haris Medunjanin acompañando a Borja, Lázaro y Pelé en el centro del campo. Uno se irá a la banda izquierda. El Real Madrid llega a Valladolid con la baja de Kaká, con una contractura muscular, que se une a las ya conocidas de Benzema, Drenthe y Pepe. Aún así, un once que bien podría ser una selección mundial.
Un partido para creer, soñar y sobre todo para que vuelva la esperanza. Una victoria por Delibes y también por Zorrilla, por la gente que ama una ciudad de luto y en silencio. Una ciudad que necesita una alegría en condiciones.