Carlos Suárez: "¡Qué se vaya a la mierda el 2010!"

"Afortunadamente se acaba ya. De todo lo malo siempre se saca algo bueno, pero ojalá acabe, porque entre lo que no hayamos acertado y la mala suerte que hayamos podido tener... El 2011 lo tenemos ya ahí y lo que tenemos que hacer es cargar pilas", explicó Carlos Suárez.

Un 2010 en el que el Real Valladolid descendió a Segunda División, una categoría en la que su marcha está siendo frustrante, dado que ocupa el undécimo puesto de la tabla clasificatoria, a doce puntos de la zona de ascenso directo. No paran de crecerle los enanos y el desencanto del respetable es tan palpable como el gélido frío que cala los huesos cada vez que se sube a Zorrilla.

Una crisis deportiva, también trasladable al aspecto institucional, que se puede ilustrar con el dato de que cinco han sido los inquilinos del banquillo blanquivioleta a lo largo de este año: José Luis Mendilibar, Onésimo Sánchez, Javier Clemente, Antonio Gómez y el actual, Abel Resino.

Por ello, Suárez, en avenencia con la dirección Deportiva, intentará enderezar el rumbo en este mercado de invierno con "los cambios necesarios", dijo, en la plantilla vallisoletana de cara a pelear hasta el final por regresar a Primera División.

"No sé si es necesario que haya cambios, pero sí es verdad que hay que aportar un poco más. El equipo adolece de carácter. Pone muchas ganas, pone garra, pero falta alguien que en un momento difícil tire del carro, porque creo que la gente está predispuesta y los chicos están haciendo un esfuerzo importante como se vio en Córdoba. Las cosas son cómo acaban", indicó.

En concreto, dejó claro que cree el ariete guineano Alhassane Keita "se irá" en este mercado de invierno, algo que es probable que no ocurra con el portero paraguayo Justo Villar, ya que, según puntualizó, "si sale es porque hay una oferta lo suficientemente buena".

Cambiando de tercio, se pronunció sobre el partido del pasado sábado ante el Córdoba, el cual no debió disputarse en virtud de la torrencial lluvia que dejó el terreno de juego del estadio El Arcángel "impracticable".

"Ya no sólo porque el resultado fuera una lotería, aunque creo que nuestro equipo fue infinitamente mejor, lo que más me preocupaba es que alguien se rompiera de gravedad, ya fuera del Córdoba o de los nuestros. No están acostumbrados a recibir esa cantidad ingente de agua, pero el problema no es que jueguen con los tres puntos, sino que había allí señores jugando que viven de su físico y que se podrían haber partido. Es impresentable que el señor colegiado no haya suspendido el partido. El partido se ha jugado y, afortunadamente, no ha pasado nada", concluyó Carlos Suárez.