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Carlos Suárez, nuevo propietario del Real Valladolid

La incertidumbre sobrevolaba Zorrilla. El hecho de ver al alcalde, Francisco Javier León de la Riva, y al presidente de la Diputación Provincial, Jesús Julio Carnero, hacía presagiar noticias de mayor relevancia a las que un servidor se atrevía a vaticinar el pasado viernes.

La expectación era máxima. El periodismo deportivo vallisoletano copó la sala de prensa del estadio José Zorrilla a tenor de la magnitud del anuncio, sea cual fuere. Éste se hizo de rogar, pues la conferencia se demoró en quince minutos.

Carlos Suárez, con barba y aspecto nervioso, aparecía en sala de prensa escoltado por León de la Riva y Carnero. Portaba un papel, un guión, con el que vertebrar su anuncio, algo inusual en él. De este modo, soltó la bomba: "he comprado el 59 por ciento del accionariado del Valladolid".

"Mi única intención es garantizar la viabilidad y la continuidad de un club de 83 años. Ha sido un poco difícil una gobernabilidad en la casa, con demasiados accionistas. Era muy difícil poder llevar todos el mismo camino. No había un accionista mayoritario en el que se pudiera identificar. Así, anuncio que he comprado el 59 por ciento del accionariado del Valladolid", aseguró el que es el nuevo dueño del Real Valladolid.

Una compra realizada "a nivel personal" a las sociedades Alda Beta, Servicios Blancos y Cartera de Inversiones Somosaguas, quienes "han perdido una parte de la inversión que hicieron en su día", apostilló, y con la que se convierte en el accionista mayoritario del Real Valladolid tras diez años como presidente.

"Creo que he demostrado la implicación con la casa y con el proyecto. He llegado a un acuerdo para poder hacer frente a esta inversión en un plazo de quince años y tras recibir toda la complicidad del accionariado y el apoyo entusiasta de la ciudad, la provincia y la comunidad. Merecía la pena asumir ese riesgo", apuntó.

Una decisión que tomada con el fin de dar "un cambio radical", lograr "una identificación propia" y garantizar "la solvencia y continuidad" del Real Valladolid, aunque ha precisado que llegó a poner su cargo a disposición del Consejo de Administración.

"Es una decisión muy importante que he estado meditando este tiempo. Lo más cómodo hubiera sido decir adiós después de diez años y abandonar este proyecto en el que tengo una fe inusitada. Al final, me he sentido identificado con mi gente y con el club, añadió Suárez, que detalló que el proceso se acabará "en la primera semana de agosto".

Asimismo, resaltó que su "única idea es capitalizar el club, que sea solvente, ya que es la única manera de hacer una entidad distinta y poder desarrollar todas las cosas" que tiene "en la cabeza".

Por ello, apuntó que el club vallisoletano acometerá una ampliación de capital con el fin de "poder trabajar a gusto, dejar de gestionar una situación difícil" y "hacer un proyecto tranquilo e importante" a base de "una ilusión tremenda y muchísimo trabajo".

"Estoy muy contento, puesto que confío en las posibilidades de este club. Es el momento de recuperar la ilusión. Nuestro objetivo tiene que ser estar con los grandes. Cada paso en su momento y con muchísimo trabajo. La idea es tener un club fuerte y sólido", matizó.
 
En cuanto a los aspectos deportivos, el presidente del Real Valladolid comentó que será "a partir de ahora" cuándo se conocerán las decisiones tomadas en las últimas semanas. "Hoy no es el día", dijo.

A Carlos Suárez le han acompañado el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y el presidente de la Diputación Provincial de Valladolid, Jesús Julio Carnero, a los que ha agradecido encarecidamente su apoyo.

León de la Riva felicitó a Suárez por esta decisión "valiente y arriesgada, fundamental para general ilusión", al igual que Carnero, quien ha subrayado que este nuevo rumbo "denota confianza en el proyecto y es la primera acción para regresar a Primera".