Antón: "El Numancia es un club humilde, ese es su secreto"

Guillermo Sanz

Cuando una carrera futbolística se ve marcada por una reiteración en el estado de cedido de un jugador, lo normal es encontrarse en el camino con muchos viejos conocidos. Álvaro Antón, que con 26 años ha vestido como profesional la casaca de cuatro equipos, se verá las caras el sábado con sus antiguos compañeros del Numancia, un club en el que vivió una experiencia breve pero intensa.

Corría el año 2007 cuando el canterano firmó una brillante actuación en la primera vuelta de la Liga con un modesto Racing de Ferrol. Su papel le valió para renovar ilusiones tras recibir la llamada a filas del club vallisoletano en el mercado invernal. Las circunstancias le devolvieron de vuelta al nido, pero Mendilibar no contó con él ni un solo minuto por lo que en verano tendría que volver a hacer las maletas y emprender viaje hacia un nuevo destino.

Un Numancia que jugaba en Primera División preguntó por la cesión del burgalés. Así que Antón se encomendó a San Saturio, patrón de los sorianos, implorando minutos en la elite del fútbol. El santo también se los negó, ya que sólo disputó siete encuentros con vistiendo la camiseta del Numancia. Sin embargo, su paso por Los Pajaritos fue fructífero para el media punta ya que pudo hacer realidad su sueño de debutar en le élite del balompié español. Esa oportunidad brindada siempre estará presente en la cabeza el jugador: “La verdad es que tengo un recuerdo muy bonito. Estuve muy poco tiempo pero me trataron como si fuera mi casa. Es un club humilde y ese es un poco su secreto. Siempre es especial enfrentarse a un ex equipo”, declara.

Pese a que las obligaciones profesionales del Álvaro Antón le han impedido seguir en directo ningún encuentro de los sorianos, como el afirma, si que sigue al día la actualidad del club rojillo:  “Empezaron con dudas pero cada vez se van encontrado mejor. De lo que conozco yo son buenos individualmente y puede ser un partido complicado”, expresa.

Para sacar frente a su ex equipo tres puntos que le valgan al Real Valladolid para seguir enganchado al tren de la cabeza trabajan desde esta semana con el nuevo entrenador del club blanco y violeta, Abel Resino, del que ya hace un primer análisis: “Poco a poco tenemos que adaptarnos cada uno a las exigencias del míster. La primera impresión es buena”, afirma el centrocampista, que añade un apunte acerca de su manera de entrenar: “Pone intensidad y los jugadores tenemos que ponerla también. Eso es imprescindible”.