Agasajado nada más llegar

Cerca de cincuenta aficionados, ansiosos por saludarle y darle un abrazo, se acercaron a la llegada de Osasuna al Hotel Bálago. Agolpados a la puerta del hotel, ya preguntaban por él antes de que se deslizase por las escaleras del autobús. A medida que se iban bajando los futbolistas del cuadro navarro, la impaciencia se agudizaba entre los calurosos hinchas.

Entonces, José Luis Mendilibar apareció. Se le notaba un tanto abrumado ante el más que amistoso recibimiento, lo que no le coartó a la hora de irse deteniendo uno a uno. Saludando y firmando, sin prisa pero sin pausa... "¡Mendilibar, el mejor entrenador que ha tenido el Pucela!", predicaba un aficionado que, una vez se topó con él, le hizo un marcaje severo.

Él, poco amigo de los agasajos, sonreía de forma cómplice al ritmo que se fotografiaba con grandes y pequeños, algunos de ellos con su cromo bien guardado y recelosos de salir fotografiados en los papeles. Imberbe timidez que se llevó su premio y un sentido abrazo de José Luis Mendilibar, al que le esperaba, ya en las entrañas del hotel, un homenaje particular.

La peña "José Luis Mendilibar", en colaboración con la Federación de Peñas del Real Valladolid, acordó distinguir al ex técnico blanquivioleta en virtud de su cercanía y el notable papel que desarrolló a orillas del hoy exageradamente caudaloso río Pisuerga.

Las placas que se le iban a entregar ya estaban preparadas y abrillantadas para la ocasión antes de que el preparador de Osasuna subiese a la habitación a depositar sus bártulos y establecerse... No hizo esperar. A las 20,30 horas y con puntualidad británica acudió a la cita programada.

Entretanto, Luis Rodríguez, presidente de la Peña José Luis Mendilibar, explicó a valladoliddeporte.es los motivos del homenaje que se empezó a forjar una vez se conoció el calendario de la presente campaña.

"Somos una peña fundada en 2009 que hemos querido dar este premio a Mendilibar por su labor, por lo que consiguió; sacarnos del pozo de Segunda División cuando estábamos muy mal. Nos gustó desde siempre su personalidad, cercana con el jugador y con la afición. Trabajó con mucha humildad", manifestó Rodríguez, quien no ocultó el miedo a que este tributo no hubiese podido realizarse que les corroía cuando el técnico andaba en la cuerda floja meses atrás.

Mendilibar y su Osasuna resistieron y, gracias a ello, ha sido posible el acto, sencillo y familiar, celebrado en la sala de recepciones del hotel en el que se hospeda esta noche Osasuna y donde también se intercambiaron placas de hermanamiento el presidente de las peñas del Real Valladolid, José María Ordax, y su homólogo rojillo, Germán Urabaya.

El técnico seguía abrumado y hubieron de pedirle unas palabras tras la entrega de placas. Entonces, agradeció el homenaje y el cariño recibido durante su estancia en Valladolid, aunque fue interrumpido por un aficionado que interpeló: "¡Pero si te echamos!". "Los resultados mandan", replicó Mendilibar con pose de torero para cerrar el acto y propiciar que los flashes volviesen a desatarse antes de la despedida y los deseos de buena ventura: "Nos vemos el año que viene también en Primera", le espetaron varios de los presentes mientras Mendilibar enfilaba el trayecto hacia el ascensor. Había que velar armas...