Adelante, Pucela
Hay quien dice que un buen año en Segunda, con el objetivo del ascenso siempre en el horizonte, se puede disfrutar más que una permanencia en Primera. Sea o no verdad, no queda otra que soñar con que la temporada 2010/2011 pasará a los anales de la historia del Real Valladolid como la del efímero paso por el infierno. De momento son pocos los creyentes y es algo que puede pasar factura mañana en Zorrilla. El club no pasa de los 9.000 socios y el simple hecho de jugar un viernes tiene en vilo a la cúpula presidida por Suárez.
Lo cierto es que el calendario no hay podido dejar más claro desde el principio en que categoría están los blanquivioleta. El Villarreal B, un equipo lleno de jóvenes talentos, será el primer visitante en saltar al Nuevo Estadio José Zorrilla para estrenar el curso futbolístico. El mini submarino quiere seguir con la tónica del pasado campeonato, que le llevó a plantar cara a los aspirantes al ascenso. Estrena técnico, Javi Gracia, después de la marcha de Paco Herrera al Celta y sólo puede contar con cinco jugadores de la pasada campaña: Vicente Flor, Carlos Tomás, Marcos Gullón, Natxo Insa y Hernán Pérez. Además, el defensa Truyols, el media punta Bordas y el medio centro Tiago Dutra son baja por lesión. Tampoco estarán los defensas Mario y Kiko, convocados por Garrido para sentenciar la fase previa de la Europa League.
La primera lista oficial de Antonio Gómez ha dado mucho que hablar en las últimas horas. La presencia del canterano Quique ha pasado desapercibida por las sonadas ausencias de Bueno, Font y Marquitos. Cada caso es un mundo, pero el canterano del Real Madrid parece tener las horas contadas a orillas del Pisuerga. Los ex del Villarreal, en cambio, reciben un duro palo y tampoco se descarta su salida antes del próximo lunes. Más esperada era la no convocatoria de Raúl Navas, al igual que la de Lázaro o Rueda, entre algodones los últimos días.
El once es una incógnita y Gómez no ha dado muchas pistas en los casi dos meses de pretemporada. Cada puesto tiene dos candidatos, a priori, de garantías. Incluso la portería es una interrogante por la calidad de Villar y Jacobo. Juegue quien juegue, el Real Valladolid puede y debe ganar el encuentro. Tiene que ser el primer paso para volver a estar entre los grandes. Pero, sobre todo, para decir: aquí estoy yo. El apelativo de favorito es para los valientes. No es tiempo de cobardes.