4-1: Otra vez no estuvo, pero se le espera
Un, dos, tres un pasito para delante; Pucela, un, dos, tres, un pasito para atrás. Con la victoria ante el Barcelona parecía que el final de temporada iba a ser un camino de rosas, rosas que se han marchitado con el calor de Sevilla y con un Real Valladolid ha vuelto a mostrar su peor cara.
Sin creatividad, sin juego, descolocados por el campo El Pucela volvió a las andadas. En el minuto 15 de juego ya se veía como el equipo de Unai Emery adelantaba líneas y embotellaba abajo al equipo castellano. Un Real Valladolid fallón en los pases, sin precisión y que permitía a los sevillanos hacerse con el balón antes de que el Valladolid apenas cruzara el medio campo. Para colmo, una mala patada de Sastre sobre Marko Marin dentro del área en el minuto 22 de partido hizo que el colegiado pitara la pena máxima que Rakitic se encargó de convertir en gol. Se adelantaba el Sevilla, se hundía el Valladolid.
Sastre no estuvo acertado. Marko Marin le bailó como quiso. El malloquín estuvo desacertado en la mayoría de sus acciones, como en la del segundo gol del Sevilla. Volvió a poner ventaja a Marin que asistió a Gameiro y subió el segundo tanto al casillero del Sevilla. Además, a Fausto Rossi no le dolía sólo la derrota. Justo antes del descanso, el italiano tuvo que pedir el cambio debido a un golpe en el costado. En su lugar entró Óscar.
Sin colocación
Juan Ignacio Martínez utilizó un segundo cambio antes de comenzar la segunda parte. Larsson sustituyó a Manucho y de esta forma el Real Valladolid recupera su juego tradicional con Guerra arriba y Óscar en la mediapunta. Y durante ese segundo tiempo el Real Valladolid ofreció más de lo mismo. Eso y que los jugadores del equipo visitante vuelven a casa cargados de tarjetas amarillas. Bergdich, Valiente y por último Rukavina. Este último se pierde la final contra el Rayo Vallecano la próxima jornada en Zorrilla.
También falló el arbitraje. Ya es una frase mítica: Qué fácil es arbitrar al Pucela. El colegiado madrileño se puso en contra del Real Valladolid. Velasco Carballo pitó un penalti a favor del Sevilla por una supuesta mano de Mitrovic en el área que acabó en gol. Con este fallo -el balón pegó en el pecho del serbio-, el árbitro sentenció un partido que el Pucela hacía ya minutos había tirado por la borda.
Ante la pasividad de los jugadores de Juan Ignacio Martínez, Diogo puso el 4-0 en el marcador. Dos minutos más tarde y con un fallo de Reyes en la frontal del área, el Real Valladolid podría marcar el gol de la honra. Javi Guerra, que ya suma trece tantos en lo que va de temporada, continúaba su racha goleadora, y que no le va a venir nada mal lo que resta de temporada al equipo.
La derrota deja al Real Valladolid en zona de descenso, con 26 puntos, a dos del Getafe, a dos de la salvación y ya con ojos en el próximo partido, donde se espera al verdadero Real Valladolid.