4-0: El mismo ridículo ocho meses después

Especial para Valladoliddeporte.es desde Jerez de la frontera.

Pensábamos que no podía ser peor que lo del 28 de marzo y nos equivocamos. De que manera. Sabíamos de las dificultades del Real Valladolid para dar la cara lejos del Nuevo Estadio José Zorrilla, pero nadie contaba con volver a ser ridiculizados. De la sufrida victoria frente al Celta ya nada queda más allá de los tres puntos. Todo el trabajo y la posibilidad de estar con los mejores, de acercarse al Betis, murió en Chapín.

Inicio con el 4-1-4-1 o algo parecido.

Con un once inicial poco sorprendente, Antonio Gómez apostó por primera vez por jugar con tres hombres en el centro del campo: Rubio, Rueda y Alonso. El riojano, que forzó para jugar, se colocó desde el minuto uno por delante de la zaga formada por Javi Baraja y Jordi Figueras. El resultado fue un cataclismo. Y no precisamente por el sistema.

La primera parte, soporífera a más no poder, no tuvo un claro dominador. El partido era un cúmulo de imprecisiones y nadie se hacía con la posesión. El Real Valladolid no se encontraba cómodo, y en vez explotar la superioridad en la zona de creación, se empañaba en jugar al pelotazo. Javi Guerra luchaba los balones por alto y ganaba muchos de ellos, pero nadie había para aprovecharlo. El delantero malacitano estaba solo. Sólo cuando Javi Torres Gómez (en el banquillo por la sanción de Gómez) gritaba, alguno ejercía una presión que debió ser más intensa.

Primera parte con poca historia.

El primer susto del partido lo dio Antonio Barragán  al poco de comenzar el encuentro. Un centro de Jose Mari desde la parte derecha buscaba rematador en el segundo palo, y el sevillano intentó evitarlo con un complicado despeje. El balón golpeó en el larguero y acabó, manso, en las manos de Jacobo. Fue la jugada más peligrosa del primer acto. Ni en las jugadas de estrategia hizo daño el equipo visitante. En ataque, Jorge Alonso y Nauzet regalaron todas y cada una de las ocasiones de las que dispuso el equipo. En defensa, el Xerez remataba con inexplicable facilidad.

Gómez insistió en el descanso en no repetir los errores del pasado: pases tonto, fallos estúpidos. Pecados sólo consentidos en alevines que el Real Valladolid comete cada 15 días. De un saque de banda a favor, en una zona del campo sin peligro alguno, nació el primer gol andaluz. Sacó Guilherme y no se entendieron Rueda y Alonso. Apareció el enterrado José Mari para el 1-0. Si alguien esperaba una reacción, seguirá sentado en el sofá. El habitual bajón de brazos no podía faltar una vez más lejos de Zorrilla. Sólo seis minutos después Pablo Redondo aprovechaba un nuevo pase de José Mari en el segundo palo y batía de cabeza a Jacobo.

No parecía suficiente bochorno.

Quedaba tiempo para intentarlo, pero no había ganas. Los pucelanos querían ir a comer y llegar a Valladolid cuanto antes. Nada solucionaron Calle, Antón y Jofre, que entraron en sustitución de Rubio, Nauzet y Sisi rompiendo el trivote.

La insolencia, la dejadez y el abatimiento, permitieron a José Mari marcar otros dos goles. El tercero en un remate a la salida de un córner, el cuarto al empujar una asistencia desde la parte derecha. Si el partido dura diez minutos más, lo del Barcelona al Almería hubiera sido una comparación odiosa. Que nos traigan la factura.

FICHA TÉCNICA:

4.- XEREZ: Chema, Redondo, Lombán, Bruno Herrero (Barber, m.84), Moreno, Óscar Díaz (Capdevila, m. 74), Capi (Antoñito, m. 57), Cordero, Pablo Redondo, Rául Llorente y José Mari.

0.- REAL VALLADOLID: Jacobo, Jordi Figueras, Jesús Rueda, Nauzet Alemán (Calle, m. 66), Baraja, Jorge Alonso, Guilherme, Álvaro Rubio (Antón, m. 66), Barragán, Sisi (Jofre, m. 85) y Guerra.

Goles:1-0: m.56, Jose Mari; 2-0: m.63, Pablo Redondo; 3-0: m.88, Jose Mari; y 4-0: m.92,Jose Mari.

Árbitro: Ceballos Silva. Amarillas a Pablo Redondo, Lombán y Bruno Herrero en el Xerez y a los visitantes Baraja, Álvaro Antón y  Barragán en el Real Valladolid

Incidencias: 10.000 espectadores.