Fútbol  |  Crónica Elche - Real Valladolid

3-1: Otro año más en el infierno

13 de Junio de 2011
Imagen de itorres
Escrito por
Iñigo Torres

Chus Rodríguez, especial para valladoliddeporte.es desde Elche


Se acabó. El Real Valladolid vuelve a casa sabedor de que la temporada 2010/2011 ha llegado a su fin. El equipo de Abel Resino pagó el factor campo y terminó sucumbiendo ante un Elche que se creció con el paso de los minutos y provocó que los blanquivioleta fueran incapaces de reaccionar.


Pero el partido tuvo su historia. Vaya que si la tuvo. Los vallisoletanos salieron a por el partido. A ganar y no sufrir. En los primeros compases del primer tiempo, solo había un equipo sobre el césped del Martínez Valero. La apuesta de Abel por Marc Valiente, dejando a Juanito en el banquillo, pareció un acto de personalidad del técnico manchego a tener en cuenta. Se cuentan con los dedos de las manos en los meses que ha dirigido al Real Valladolid.


Los ilicitanos no habían despertado todavía de la siesta cuando Óscar González dejó mudo el estadio alicantino. Controló el balón dentro del área y, sin pensarselo, buscó la escuadra de la portería de Jaime Jiménez. La encontró con un potentísimo disparo en el minuto 23 que parecía la sentencia de la eliminatoria.(0-1). El rival quedó tan tocado que los murmullos de los aficionados locales se empezaron a notar. La euforia vivida los días previos en Elche había quedado enterrada en poco menos de media hora de partido. Pero resucitó.


Lo hizo porque el Real Valladolid y el colegiado lo permitieron. Javi Jiménez había salido con el mono de trabajo y tuvo dos parablas memorables en sendos contrataques franjiverdes. Aguando, como a él le gusta, y alejando el balón de su portería con lo pies. Pero en el tramo final del primer acto, a cinco minutos vista de llegar el descanso, una falta lanzada por Edu Albácar se le atragantó. Se la comió. Fue un disparo fuerte, al centro y Javi dudó. Un paso a un lado al otro. Atrapar o despejar. Se quedó a medias y el cuerpo se le ablandó. Al Pucela se le cortó entonces la digestión.(1-1)


Colaboró Amoedo Chas tan solo segundos después. Uno ve al árbitro gallego y se da cuentra del motivo por el cual lleva camino de cumplir una década en la división de plata. Lo que no tiene explicación es su designación para un partido de este nivel. Pasado el minuto de descuento que decidió añadir a los primeros 45 minutos, señaló como saqué de puerta un balón que debió ser córner gracias al empeño de Javi Guerra. Acto seguido, pitó mano en un balón dividido que Marc Valiente despejó con la cabeza. Directamente se lo inventó, lo dice la repetición. Javi Jiménez debió sentir entonces el 'déja vu' del primer tanto encajado. Se repetió la misma historia: misma distancia, mismo lugar, mismo lanzador. Y otra vez al fondo de las mallas. Esta vez sin manos de por medio.(2-1)


Se llegó al descanso con el Elche venido arriba y el Real Valladolid hundido. A la vuelta de vestuarios, la película de los primeros compases se repitió y los blanquivioleta buscaron el segundo gol. Pero esa "ansiedad" de la que tanto ha hablado Abel Resino esta temporada tenía que aparecer. Jordi Xumetra mandó desde su banda el balón al punto de penalti y las dudas de Javi y Jordi las aprovechó Ángel para marcar el gol que le faltaba al Elche.(3-1)


A partir de ahí un quiero y no puedo visitante. Sin ideas, el Valladolid desplazaba el esferico de forma horizontal sin avanzar casi metros. La desesperación de Abel se tradujo en cambios: Bakari, Antón y Jofre sustituyeron a Nauzet, Nafti y Sisi. El partido murió sin ocasiones, sin un halo de esperanza para soñar y con un Elche que se encontraba en su ambiente de marrullería y suciedad. De antifútbol que en Primera te hace descender en el mes de marzo.