2-2: El paso de los minutos reactiva al Pucela
No perder partidos como el de El Plantío sirve de mucho
hasta en amistosos. Y es que al Real Valladolid le costó más que nunca esta
pretemporada dar con la tecla para encontrare cómodo y desarrollar su idea de
fútbol. Aún así, cumplió la premisa de Miroslav Djukic: sea cual sea el rival,
la filosofía debe ser la misma. No encontraba su toque pero lo intentaba. Una y
otra vez. Jugada tras jugada.
El balón pasó en la primera parte demasiado por el área de
Jaime Jiménez. Y es que ni Rubio, ni Alonso, ni Óscar recibían con confianza para crear y distribuir. El equipo
de Bielsa salió a morder y encontró una presa tímida en el arranque.
Así, antes de llegar al minuto diez, los leones perforaron
la meta defendida por Jaime Jiménez. Fue tras un pase magistral de Ander
Herrera a Gaizka Toquero, que la cruzó de forma fantástica libre de marca.
25 minutos después, el Athletic levantó de sus asientos a
los presentes en Burgos. Gabilondo envió un buen balón a Toquero que, de
espaldas, controló con ventaja pese a estar levantándose del suelo. Fuera del
área la esperaba Iturraspe, que tuvo tiempo para acomodar su cuerpo y poner el
balón en un rincón imposible de llegar para Jaime Jiménez.
Con el 2-0, tocaba trabajar mucho para sacar un buen
resultado, pero sobre todo para dar una buena imagen.
Djukic había avisado que iba a mantener a los once jugadores
tras la reanudación. Eso le permitió aclarar conceptos en el vestuario. Si en
Tordesillas lo había hecho al final del partido, la bronca llegó esta vez en el
asueto. Las palabras del serbio sirvieron de mucho. Bielsa, en cambio, realizó
cuatro cambios que le pasaron factura. Su equipo no se adaptó en todo el
segundo tiempo a las sustituciones y la apuesta por mantener el bloque la ganó
el técnico del Real Valladolid.
Barragán y Peña se atrevieron desde el lateral y Javi Baraja
asumió galones en el centro del campo. Todo ello, sumado una vez más a las
ganas de un Marquitos que sigue sorprendiendo a propios y extraños
positivamente, propiciaron que el equipo blanquivoleta se asentase sobre El
Plantío.
El ibicenco recortó distancias en el 54 y empató en el 59.
El primero tras un preciso y precioso centro de Carlos Peña, que suma cuatro
asistencias esta pretemporada. El segundo al finalizar una jugada en la que
Óscar González se sacó de la chistera su habitual magia futbolística.
Hasta el final, más oportunidades para un Athletic frenado
por la confianza que el Pucela ganó con los minutos y con un Jaime Jiménez que
las paró hasta con el pecho.
La continuidad es clave en pretemporada y de agosto a junio.
Por eso, Djukic quiere ver a once jugadores durante 90 minutos. Posiblemente
ese detalle le sirvió al Real Valladolid para cerrar sus enfrentamientos contra
equipos de Primera con una victoria Rayo Vallecano-, una derrota Sporting- y
un meritorio empate frente al Athletic de Bilbao.