Diego Costa cae en presencia de Jaime. FOTOS Angel Becerra
Diego Costa cae en presencia de Jaime. FOTOS Angel Becerra
Diego Costa cae en presencia de Jaime. FOTOS Angel Becerra
Fútbol  |  Crónica Atlético de Madrid-Real Valladolid

2-1: Tardía reacción, mal arbitraje

23 de Septiembre de 2012
Escrito por
Chus Rodriguez

Menos de dos minutos en el Calderón y Lluís Sastre se retiraba cojeando hacia el banquillo. Un balón divido en la segunda jugada del partido propició la primera sustitución de Djukic. Una de las apuestas del serbio, Sastre, dejaba su lugar a Álvaro Rubio, Poco tiempo pasó el riojano en el banquillo. Fue el principal síntoma de que las cosas no saldrían según lo esperado.

Y es que ni la valentía que auguraba nuestra previa tuvo presencia en el andén de Pirámides. El Valladolid no fue ni la sobra de lo que acostumbra. Con momentos de pasividad e indolencia desconocida. Le costó entonarse, tanto como al Atleti. Pero cuando los colchoneros metieron la directa, el Pucela pareció equipo de otra categoría. Las pocas veces que metía la pierna, Muñiz Fernández desenfudaba las tarjetas. El colegiado, sin poder ser considerado culpable de la derrota vallisoletana, completó una desastrosa actuación.

Pero no tuvo culpa alguna en el primer gol. De Godín. Irrumpió por el centro, sin oposicion, hasta plantarse solo delante de Jaime, al que superó con una efectiva vaselina. 1-0. Un tanto que aturdió a un más al Real Valladolid que se fue al descanso depresivo. Y es que justo antes del asueto Falcao transformó un penalti que Omar cometió sobre Diego Costa. El canario dudó al meter la pierna y a la vez que tropezaba derribó al brasileño. El colombiano no perdonó. 2-0.

La segunda parte fue diferente. El Atleti aflojó y el Valladolid se fue creciendo con el paso de los minutos. Bueno llenó de esperanza a los 400 pucelanos en las gradas con un gol que contó con la colaboración de Courtois. 2-1. El empate lo evitó Muñiz al no señalar un claro golpe de Filipe a Lolo. El enfado de Djukic le envió a la caseta. Guerra, más desaparecido de lo habitual, fue sustituido por Manucho. No fue un acoso y derribo, pero pese a no ser el mejor día, el Pucela asustó al Calderón hasta el último minuto.