2-1: Javi Guerra es la llave a Primera División
Zorrilla se ha acostumbrado a la emoción y a los partidos con final feliz. Al límite, pero una vez más el Real Valladolid ha vuelto a sumar de tres en tres y se afianza en los de promoción. Más de uno de los que acostumbran a abandonar el estadio antes del pitido final se han perdido dos goles en menos de 15 días que pueden llegar a servir para ver al equipo blanquivioleta en Primera División.
Sorprendió Abel con su apuesta de inicio. Pese a su pase de gol frente al Cartagena, Jofre empezó el encuentro en el banquillo y fue Sisi el elegido para la banda izquierda. Precisamente, el albaceteño protagonizó la primera ocasión clara del partido, cuando en el minuto 5 remató fuera un buen centro de Nauzet Alemán.
El Valladolid salió voluntarioso, pero el Barcelona B se resistía a dejarle la iniciativa al conjunto vallisoletano y no tardó en demostrar su voluntad de llevarse los tres puntos. Benja, opción en el arranque para Luis Enrique en detrimento de Nolito, pudo adelantar a los suyos en un mano a mano que Javi Jiménez acertó a despejar. Con media hora de juego recién cumplida, Jonathan Soriano envió el balón al larguero en un chut que dejó helado a los más de 15.000 aficionados que se dieron cita en los bajos de Parquesol. Por aquel entonces, el Pucela ya había desaparecido del terreno de juego. Con un Nafti desconocido, los centrocampistas fallaban pases y regalaban el cuero con asiduidad.
La desesperación blanquivioleta se tradujo en un desorden táctico que llevó a revolver al equipo ofensivamente. Por momentos, Guerra parecía mediocentro, Óscar González extremo y tanto Sisi como Nauzet mediapuntas en busca de un balón que al Valladolid no le duraba más de cinco segundos. Antes del descanso, al que se llegó con empate (0-0), Benja falló solo delante de Javi y Guerra no se fue al suelo en un posible penalti después de un buen robo de Óscar.
La mentalidad de los pupilos de Abel cambió por completo tras la reanudación. Salió a por todas y dispuesto a robar la posesión y el control del balón al filial culé. Lo consiguió, y tardó solo siete minutos en abrir la lata. Los que pasaron hasta que Nauzet Alemán puso un balón a la cabeza de Guerra que superó de forma inapelable a Oier. (1-0)
El partido se volvió loco, y poco después, un peligroso Hernández Hernández señaló el punto de penalti en un derribo a Nauzet. El canario arriesgó demasiado con la fuerza y la colocación y pese a engañar al guardameta blaugrana envió el balón al poste. El equipo se vino abajo por unos momentos y los de Luis Enrique lo aprovecharon para empatar. Un centro a balón parado de Carmona lo remató en propia puerta Javi Baraja (1-1).
Pese a la igualada, el bajón le duraba al Pucela, y Nolito y Espinosa pudieron sentenciar delante de Javi Jiménez. El portero riojano, sublime, salvó al equipo de verse por debajo en el marcador.
La expulsión por doble amarilla de Carmona en el minuto 24 de la segunda parte le daba ventaja al Valladolid hasta el pitido final. Pese a la entrada en el terreno de juego de Jofre y Bacari y la superioridad numérica, el Barcelona B no dio un paso atrás y siguió complicando la vida al Pucela. Abel, que antes había retirado a Óscar y a Nauzet, se atrevió introduciendo a Álvaro Antón en sustitución de Mehdi Nafti.
El Valladolid ganó el balón en los minutos finales y un centro perfecto de Antonio Barragán lo volvió a aprovechar Guerra para dar nuevamente tres puntos al equipo vallisoletano con un cabezazo impecable. 23 goles que acercan a Zorrilla a Primera.