Sisi se va de Mójica en uno de los lances del partido. FOTO: Real Valladolid
Fútbol | Liga Adelante
2-1: El Pucela se estrella en El Sadar
14 de Diciembre de 2014
El Real Valladolid flota en un mar de dudas. El equipo ha entrado en marejada con una racha de seis partidos en los que sólo ha conseguido una victoria (la del pasado fin de semana ante el Recreativo) que le deja más lejos a día de hoy del líder que de sus perseguidores por conseguir una plaza en el autobús del playoff.
Los pucelanos tenían en El Sadar una oportunidad de demostrar que la victoria ante el Recre no era más que el primer paso para volver a ponerse en el camino de la cabeza de la Liga, pero tropezó y volvió a caerse ante un rival necesitado que supo suplir con carácter el hecho de jugar con uno menos casi toda la segunda mitad.
El partido, a las primeras de cambio, pintaba en oros para los blanquivioletas. Animado y abierto. Un paraje en el que el Pucela se siente cómodo. Osasuna reclamó un penalti casi de salida tras un mal control de Álvaro Rubio (que volvía a la medular para suplir la baja de Timor, sancionado) que puso en un compromiso a Varas. No salió ni un silbido del silbato de Munuera Montero que sí que decidió sonar cuando no tenía que hacerlo; en la jugada siguiente. Begdich anotó, a centro de Chica, legalmente el primer gol del partido, pero el colegiado se sacó de la chistera una falta de Mojica que sólo vio el.
El 0-0 no podía reinar mucho en un partido que comenzó cargado de electricidad. Así fue. Nekounam aprovechó un desajuste de libro de la defensa pucelana y fusiló a Varas a placer tras recibir la asistencia de Loé. No tardó mucho el Real Valladolid en secarse del jarro de agua fría.
El equipo de Rubi rezumaba superioridad. El juego por bandas y por el centro se trenzaba con claridad hasta que en una combinación llegó el empate. La pelota cayó en los pies de Óscar y el salmantino la picó con clase, superando la salida de Santamaría (1-1).
El 1-2 ya se lamentaba en la grada de El Sadar, cuando un centro de Mojica no encontró rematador ni en el primer palo (donde estaba Jeffren), ni en el segundo (donde estaba Bergdich). La máxima del fútbol de que quien perdona la paga volvió a presentarse en Pamplona, donde Marc Valiente envió a las redes de su propia portería un disparo fallido de Cedrik. El 2-1 fue demasiado castigo para un Pucela que había merecido mejor suerte en un primer periodo que el Osasuna terminó con las pilas cargadas y con dos opciones claras de poner la puntilla a su rival. Los árbitros anularon un gol legal a Nino, que poco después tuvo en sus botas el 3-1.
En el arranque de la segunda mitad el partido se volvió a poner de cara para el Valladolid. Osasuna se quedaba con uno menos después de que Javi Flaño viera la segunda tarjeta amarilla en el minuto 51. Los navarros, pese a jugar con un hombre menos supieron jugar mejor sus cartas que los vallisoletanos, que no encontraron la manera de conseguir nada positivo en sus intentonas.
Osasuna dejó correr el reloj todo lo que pudo y desesperó a un Real Valladolid estéril de cara al gol. Incapaz de pensar con claridad el tiempo fue corriendo y los puntos se escapaban en una segunda mitad cansada de ver y de jugar. Finalmente el marcador no se movió y el Pucela se convierte en el bálsamo osasunista.
En semana de Copa, el equipo blanquivioleta tiene una oportunidad entre semana para recuperar sensaciones (el miércoles en Elche) antes de recibir el próximo domingo al filial del FC Barcelona en Zorrilla.