El lateral diestro serbio Antonio Rukavina. Foto: Photogenic.
El lateral diestro serbio Antonio Rukavina. Foto: Photogenic.
El lateral diestro serbio Antonio Rukavina. Foto: Photogenic.
Fútbol  |  Real Valladolid-Levante

2-0: Un estreno de cine

27 de Agosto de 2012
Escrito por
Antonio Aragón
De esos que dejan embobados al espectador (un total de 13.375 hoy en Zorrilla). Encuadres perfectos. Más que inesperados, pues rompen con el orden establecido como hiciera el director de origen italiano con El Padrino o Apocalypse Now. DOS a cero. DOS victorias en DOS jornadas. DOS penaltis acertados. DOS de Víctor Pérez. SegunDOS y co-líderes. ImbatiDOS. "La magia del dos", podría titularse el filme. O Mejor... imposible.

Se dice que una imagen vale más que mil palabras y la que a este mediocre juntaletras le viene a la cabeza es la de veinte futbolistas enjaulados en medio campo. Sólo Marc Valiente y Jaime, un mero espectador salvo en tres jugadas, para una mitad de terreno de juego. El resto, nueve futbolistas ocupando los espacios, templando el esférico y buscando los resquicios dentro de un campo de minas cada vez más atontadas.

Y es que el Real Valladolid dio hoy una exhibición ante un Levante hastiado de perseguir sombras. Tocó y se movió con un criterio exquisito y, cuando perdía el esférico, se afanaba en recuperarlo como si se le fuese la vida en ello.

Electricidad controlada que circulaba principalmente por el costado derecho, en el que Ebert y sobre todo Rukavina, campaban a sus anchas, obligando a Juanlu a ayudar a Pedro López, preocupado de controlar al desatado jugador teutón, que alborotaba más por el centro, cediendo a su compañero serbio todo un carril que no le asustaba ocupar.

Víctor Pérez y Rubio estaban más sueltos que un niño en el "aquapark" y Óscar bajaba a recibir para desengancharse de dos agazapadas líneas de cuatro hombres levantinos ostensiblemente separadas de las dos islas: Barkero y Ángel.

El "entendimento" entre todos los hombres era brutal y la profundidad por el centro no era total debido a la maraña de futbolistas del Levante que buscaban la contra mortífera. La tuvieron en dos ocasiones con el 0-0 tras dos errores en el despeje de Rukavina, honorable protagonista escasos instantes más tarde.

Un centro suyo fue atajado con la mano por David Navarro dentro del área. Iglesias Villanueva, a instancias de su juez de línea, decretó penalti y sacó la segunda amarilla al central valenciano. Más miel sobre hojuelas cuando Víctor Pérez, en el minuto 37, no se amedrentó y lanzó una pena máxima calcada a la que erró en Zaragoza. 1-0. Justicia...

Juan Ignacio Martínez hubo de retrasar a Iborra al puesto de central y conminar a Barkero a ayudar más en la nimia elaboración levantina. Parches que no taponaron el tsunami blanquivioleta. Todo lo contrario. Ebert forzó a Munúa a estirarse de forma encomiable con un disparo lejano con la zurda y, al filo del descanso, Rukavina pisó área en su enésima incorporación al ataque y su disparo golpeó en el lateral de la red antes de que el árbitro mandase a los jugadores al vestuario.

En la reanudación, el Real Valladolid no se puso el bañador para irse al spa. De nuevo todo lo contrario. Salió decidido a por el segundo y, en un minuto, desarboló el cambio táctico (sacó un defensa y metió un delantero) del técnico del Levante.

Omar pisó el área y Diop le empujó imantándole al suelo. Iglesias Villanueva tampoco vaciló y señaló el punto de penalti. Víctor Pérez cambió el lado y la potencia. 2-0 y el partido casi sentenciado mientras las semi-vacías gradas de Zorrilla latían pasión y júbilo.

El dominio siguió siendo insultante. La zaga no se descomponía y el desparpajo no cesaba, como cuando el alemán Ebert volvía a probar el lanzamiento desde la frontal con extrema potencia y colocación, u Óscar se animaba con virtuosas paredes.

Una supremacía que enrabietó al Levante, dado que subió su línea de presión. Empuje que no tardaría en evaporarse y que únicamente valió para arañar una falta que Barkero colocó cerca del palo más próximo a Jaime.

El Real Valladolid no modificó la hoja de ruta y siguió corriendo e hilvanando. Sin prisa pero sin pausa, lo que derivó en algunas ocasiones más que protagonizaron Javi Guerra o el canterano Lolo. No obstante, poco a poco sí que se fue notando el desgaste físico de los de Djukic, de lo que se sirvió el Levante para rondar su primer tanto, el que a punto estuvo de firmar Iborra con un cabezazo al travesaño a los veintisiete minutos del segundo período.

Una ocasión que no metió el miedo en el cuerpo de un Real Valladolid fiable y sabedor de que con posesiones largas y pausa le bastaba para no pasar apuros en unos compases finales en los que debutaron en Primera Neira y Peña.

Al final, segunda victoria consecutiva que aupa a los de Djukic a una increíble segunda posición. Seis puntos de seis posibles que colocan más cerca el objetivo de la permanencia y que argumentan las bondades de la filosofía del serbio. ¡Tiembla Mourinhooo!

FICHA TÉCNICA:

2 - REAL VALLADOLID: Jaime; Rukavina, Rueda, Marc Valiente, Balenziaga (Peña, min. 85); Ebert, Álvaro Rubio, Perez, Omar (Lolo, min. 65); Óscar (Neira, min. 79) y Javi Guerra.

0 - LEVANTE UD: Munúa; Lell, Navarro, Ballesteros, Pedro López: Michel (El Zhar, min. 59), Diop (Dudka, min. 74), Iborra, Juanlu; Barkero y Ángel (Héctor Rodas, min. 45).

GOLES: 1-0, min. 37: Víctor Pérez, de penalti; 2-0, min. 48: Víctor Pérez, de penalti.

ÁRBITRO: Iglesias Villanueva (comité gallego). Amonestó a Pedro López, Diop, Iborra, Ballesteros y Barkero, por parte del Levante; y a Rubio, del Real Valladolid. Expulsó a David Navarro por doble amarilla (min. 36).

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la segunda jornada de Primera División celebrado en el estadio José Zorrilla ante 13.375 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria y homenaje de los ex jugadores del Real Valladolid Rodríguez II y Manuel Gijón, así como por los abonados fallecidos a lo largo de la pasada temporada. El saque de honor del partido lo efectuó el vallisoletano Ignacio Coque, preparador físico de la selección española de baloncesto, plata olímpica en Londres.