2-0: Pinchazo en el Nuevo Arcángel
Según cuenta la crónica de la web del Real Valladolid, Patiño, en el minuto 33, con un punterazo en el área, y Borja García, en el minuto 70, al batir a Jaime en un "mano a mano", pusieron la rúbrica a un partido que para el Real Valladolid se escribió con renglones torcidos desde el primer momento.
El Córdoba entró bien en el partido, se hizo con el dominio en el centro del campo e impuso su fútbol sobre el césped de El Arcángel. Ya en el minuto 5 el Córdoba disparo al palo y después Jaime tuvo que hacer un paradón para retrasar el gol local. Simplemente, el Córdoba era el dueño del balón y aunque el dominio no era apabullante, sí era lo suficientemente claro para advertir que por esa línea el Real Valladolid iba a perder.
Pese a todo, en la única contra clara que el Real Valladolid logró armar, Óscar estuvo a punto de inaugurar el marcador. El salmantino, en posición de interior zurdo, recibió la apertura de Javi Guerra, cabalgó hasta Alberto García, lo dribló en primera instancia, pero no lo suficiente para evitar la ágil reacción del portero cordobés, que evitó el gol.
Si el Real Valladolid perdonó, el Córdoba no. En el minuto 33, un balón en profundidad sobre Patiño dejó al delantero local ante Jaime y lo batió con un punterazo que sorprendió al arquero vallisoletano. Jesús Rueda optó por tapar más el pase que el disparo, pero el lanzamiento de Patiño, sin ser venenoso, se convirtió en letal.
Antes del descanso, entre Nauzet y Javi Guerra se inventaron otro contraataque muy peligroso, pero Gaspar, cuando se vio sobrepasado en el cuerpo a cuerpo, empujó al malagueño por detrás sin que Gil Manzano ni su asistente señalaran la pena máxima.
En el segundo tiempo Óscar salió y entró Manucho. El Real Valladolid intentó reaccionar, pero todo fue un espejismo. Apenas llegaba a la portería del Córdoba, defendida ahora por Arias, que saltó por el lesionado Alberto García. Por momentos pudo parecer que el Pucela se imponía y el Córdoba iba a remolque, pero en absoluto fue así. El Córdoba manejó el partido. Con y sin el balón. Y espero su oportunidad para matar el partido. Encontró la vía despejada en el minuto 70, en una jugada que está haciendo mucho daño a la zaga blanquivioleta en la Liga: buen balón en profundidad entre los dos centrales porque el centrocampista rival puede levantar la cabeza y pensar, el delantero que se planta ante Jaime y esta vez Borja García, que antes había disparado al palo en una bonita jugada personal, no perdonó el 2-0.