2-0: Los González lo hacen fácil
Se podría decir que el Pucela ha empezado bien la Liga. Se disputó por fin la primera jornada pendiente desde el mes de agosto y el Real Valladolid no hizo huelga en esta ocasión. Consiguió un triunfó que costó mucho menos sudor que los empates en Almería y Huelva. Ahora, esas dos igualadas en dos visitas complicadas, multiplican su valor. Era el objetivo de Djukic y la plantilla. Por lo tanto, cumplido. 11 puntos de los últimos 15 puntos posibles y buenas sensaciones.
Si frente al Numancia hubo que tirar de plan b, al equipo no le fue necesario ni exprimir el a. El Alcoyano no estuvo a la altura de Zorrilla desde el minuto uno, y pese a sus modestas intenciones de tener la posesión del esférico y la iniciativa del juego, fue un juguete en manos del Valladolid. Óscar, titular, mostró su mejor versión complicando a Djukic el once titular para el sábado en Las Palmas. Rubio, también de inicio, se apoyó en el salmantino y en Víctor Pérez. Su timidez se apaga con el paso de las jornadas.
Los dos estuvieron con las espaldas bien cubiertas. Por Rueda durante los 90 minutos y en la primera media hora también por Marc Valiente, al que un golpe con el extremeño le mandó al vestuario con la nariz otra vez destrozada y chorreando rojo sobre el verde césped. Fue el único susto, la única complicación ante la ausencia de más centrales en la convocatoria. Peña actuó de central izquierdo.
Acostumbra Sisi a decir que Óscar es el mejor jugador del Pucela. Comparten primer apellido y son futbolísticamente hermanos. Se sienten cómodos el uno cerca del otro. De libro fue el gol que inauguró el marcador. El albaceteño aprovechó su velocidad por la banda derecha y la puso al punto de penalti. El charro lo vio tan fácil que no remató con confianza. Suficiente eso sí para superar al guardameta del Alcoyano, que fue el mayor sorprendido de que Óscar no recibiese oposición en el disparo. (1-0). Tres minutos después la insistencia, lucha y brega de Sisi tuvieron recompensa al ganar un balón que le regaló la zaga alicantina. Escorado y algo lejos, pero con el portero Maestro fuera de su arco, puso el balón por arriba, con la fuerza y colocación perfecta para superar a todos los rivales que intentaron evitar la sentencia. (2-0).
Durante la segunda parte Djukic premió a los más de 8.000 asistentes a Zorrilla con la aparición de Saná Cámara en escena por primera vez esta temporada. Sustituyó a un Marquitos que fue de más a menos, atrevido y vertical, pero fallón al definir. El portugués no jugó en su posición ideal pero dejó destellos de calidad. También muestras de precipitación en algunas acciones. Victoria tan importante como no tener que citar a Javi Guerra hasta la última línea. No tuvo que acudir al rescate en esta ocasión.