2-0: Bueno cogió su fusil
En los primeros diez minutos de contienda el Real Valladolid naufragó en medio de la espartana intensidad cordobesa. El rocambolesco esquema andaluz, adaptable y un tanto anárquico, sudaba de lo lindo para impedir, más bien cortocircuitar, la transición blanquivioleta.
Los hombres de Paco Jémez, expeditivos a más no poder, carecieron de timidez. Eran perros de presa que peleaban cada balón hasta que se apoderaban de él. Después, se movían por los dominios vallisoletanos con desparpajo, verticalidad e inteligencia. Una fórmula, que no la de la Coca-Cola, que derivó en varias ocasiones de gol que rellenaron la estadística del Córdoba. López Silva y Charles las firmaron, aunque su mirilla no estaba del todo calibrada.
Por su parte, el Valladolid intentaba percutir, mover el balón y elaborar con criterio, pero eso, precisamente, se lo había dejado en el vestuario, en parte gracias a la alevosa presión del Córdoba, infatigable y, en ocasiones extrema.
Los jugadores blanco y violeta no conectaban. El fútbol de "touch and go", apoyos en corto y dinamismo brillaba por su ausencia, pues no había proximidad entre los futbolistas hasta que Óscar y Sisi, a poco menos de diez minutos para la conclusión del primer período, se dieron cuenta de que debían involucrarse más en la elaboración.
Entonces, el Real Valladolid dio un pase al frente y construyó algo más. Acaparó más posesión y evidenció una mejoría que no se tradujo en ocasiones claras, salvo una de Bueno que no acertó a remachar un buen centro desde el costado izquierdo.
De este modo, se puso el punto y final a una primera parte poco vistosa y demasiado física. Tras la reanudación, el Córdoba acusó el desgaste del primer período, lo que sirvió para que los pupilos de Miroslav Djukic sobasen más tiempo la pelota, aunque con escaso tino en los metros finales.
La profundidad era una quimera y el Valladolid sólo probó a Alberto García con una falta botada por Jorge Alonso. Sin embargo, el equipo ganó en presencia con la entrada de Jofre por Marquitos. Mismamente, el catalán puso un buen centro con su pierna menos buena que Alberto Bueno remató de cabeza al fondo de la red.
Una alegría para una tarde bronca y un partido guerrillero, en el que el Valladolid, una vez obtenido el botín, se dedicó a intentar anestesiar el choque, pero el Córdoba rechazó de forma tajante su jeringuilla. Arreó con fuerza y obligó a la retaguardia a replegarse. Un arma de doble filo, pues este Valladolid, con espacios, tiene pólvora como para derribar un edificio.
Así, Alberto Bueno, en estado de gracia, recogió un balón en la zona de tres cuartos y encaró al guardameta del Córdoba, cruzó el balón y anotó su cuarto tanto en dos partidos. Un gol que mató el envite y dio los tres puntos al Real Valladolid en una noche de escaso fútbol pero en el que el cuadro local dio buena fe de su pegada.
FICHA TÉCNICA:
2 - REAL VALLADOLID: Jaime; Tekio, Rueda, Juanito, Peña; Marquitos (Jofre, min. 58), Álvaro Rubio (Baraja, min. 69), Jorge Alonso, Sisi; Óscar (Víctor Pérez, min. 86) y Bueno.
0 - CÓRDOBA CF: Alberto García; Cristian, Tena, Gaspar, Fuentes; Borja (Javi López, min. 69), Herbás, Alberto Aguilar, López Silva (Caballero, min. 79); Patiño (Quero, min. 58) y Charles.
GOLES: 1-0, min. 67: Alberto Bueno: 2-0, min. 84: Alberto Bueno.
ÁRBITRO: Hernández Hernández. Amonestó a Tekio, Alberto Aguilar, Tena, Alberto García, Peña y Charles.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la segunda jornada de Liga celebrado en el estadio José Zorrilla ante unos 7.200 espectadores.