Ebert envía un pase a Manucho. Foto: Photogenic
Ebert envía un pase a Manucho. Foto: Photogenic
Ebert envía un pase a Manucho. Foto: Photogenic
Óscar controla el esférico. Foto: Photogenic
Rubio porfía un balón con un jugador rojillo. Foto: Photogenic.
Bueno remata forzado al inicio del segundo período. Foto: Photogenic
Fútbol  |  Real Valladolid-Osasuna

1-3: Reñidos con la intensidad

31 de Marzo de 2013
Escrito por
Antonio Aragón
Accidente que esperemos no sea el inicio de un desangre aterrador. Duele escribirlo, pero resulta que la imagen mostrada este Domingo de Resurrección por el Real Valladolid invita a pensar que el equipo, o está fundido, o se está durmiendo en los laureles al divisar la estación de la permanencia en un próximo horizonte. De poco sirve atisbar el destino final si el tren gripa y el maquinista no halla la forma de volver a ponerlo en marcha. No dudamos que no sea capaz de hacerlo. Ojalá así sea y que la reprimenda vertida por Djukic ante los medios sirva de acicate, de estímulo eléctrico que devuelva a sus huestes la mirada del tigre y evapore el ronroneo de dócil gatito.

Cierto es que el Valladolid tuvo opciones para haber matado el duelo en el primer tiempo y tras el regalo de Rubén (gol en propia puerta a centro de Balenziaga) a los once minutos de partido. Eso sí, llegadas por demérito de un Osasuna que, a pesar de que no cesó de presionar y ahogar la desmañada salida de balón blanquivioleta, se sumergió en una piscina olímpica de dudas a la hora de guarecerse. Su defensa adelantada y los problemas para despejar los balones colgados ponían al Valladolid en disposición de acunar la placidez con el segundo tanto.

Y es que el Real Valladolid encontró en el mencionado gol y tras su primera triangulación decente un premio excesivo a lo que venía ejecutando. Después, con muy poco y ayudados por el desatino de los delanteros navarros, Óscar y Manucho tuvieron en sus botas la puntilla en las escasas aproximaciones a un área navarra por la que se escuchaba el tintineo de las rodillas de los jugadores rojillos, los cuales, en ataque, ponían más coraje que acierto. Más insistencia que profundidad.

Al filo del descanso estuvieron a punto de devolver las tablas al electrónico con una jugada a balón parado en la que a Nino se le presentó la ocasión más clara hasta el momento. Se echó una siesta al recoger un rechazo en el corazón del área y facilitó el trabajo a Dani Hernández justo antes de que Pérez Lasa marcase el camino de los vestuarios...

Revitalizadora visita a la caseta en un caso. Fatal en el otro...

Si Osasuna, con la entrada de Oier y Puñal puso más rabia a su fútbol, el Real Valladolid se encogió al ritmo que los de Mendilibar recuperaban el cuero más cerca de los dominios de Dani Hernández, quien sirvió en bandeja la remontada visitante.

Primero con un rechazo a un metro de la línea de gol de un disparo fácil de De las Cuevas que cazó Kike Sola a los cinco minutos de la reanudación. Diez minutos después, no despejó bien un saque de esquina y el rechazo lo volvió a colocar en el centro del área Silva y hacia donde se encontraba Kike Sola, quien remató de cabeza y de espaldas a portería, elevando el esférico por encima del guardameta blanquivioleta, perdido a media salida.

Calamidades que dejaron al Real Valladolid sedado y mortecino. Más aún con la tercera diana de Osasuna, llegada también por otro pueril presente traído en esta ocasión por el recién salido Omar. Dio un pase horizontal hacia Rueda que De las Cuevas robó para encarar a Dani Hernández. No erró y selló la remontada cuando se acariciaba el meloso minuto 69 de partido.

La centuria de Djukic aceptó el correctivo pese a que intentó levemente la igualada. Osasuna olía la sangre y cerca estuvo de convertir la remontada en sonrojante goleada. No fue así y supo administrar su renta mientras el Real Valladolid fue capaz de generar somera inquietud con un par de oportunidades aisladas en medio del mayúsculo apagón.

Una merecida derrota que debe servir para la reflexión y la contrición de un grupo que ha demostrado que cuando se comporta como un bloque solidario y agresivo compite como un coloso. Si no, atufa la mediocridad...

La renta de diez puntos debería servir, con poco más, para alcanzar el objetivo de la permanencia, pero los últimos datos y la sensación de los últimos partidos destapan la preocupación entre el respetable de cara a las últimas nueve jornadas en las que las que se visitan campos harto complicados, como el de la próxima semana: Mestalla, donde esperemos que la reprochable actitud de hoy mute en alto voltaje.

FICHA TÉCNICA:

1 - REAL VALLADOLID: Dani Hernández; Rukavina, Rueda, Marc Valiente, Balenziaga; Ebert (Valdet Rama, min. 71), Rubio, Sastre, Bueno (Omar, min. 60); Óscar y Manucho (Guerra, min. 73).

3 - CA OSASUNA: Andrés; Marc Bertrán, Rubén, Arribas (Oier, min. 45), Damiá (Puñal, min. 46); Armenteros, Lolo, Silva, De las Cuevas (Cejudo, min. 80); Nino y Kike Sola.

GOLES: 1-0, min. 11: Rubén (p.p); 1-1, min. 49: Kike Sola; 1-2, min. 59: Kike Sola; 1-3, min. 68: De las Cuevas.

ÁRBITRO: Pérez Lasa (comité vasco). Amonestó a Rueda, del Valladolid, y De las Cuevas, de Osasuna.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la vigésimo novena jornada de Primera División celebrado en el estadio José Zorrilla ante 12.624 espectadores.