Fútbol

1-2: Un nuevo tortazo que deja al Valladolid "grogui"

Escrito por
Antonio Aragón


El equipo de Gregorio Manzano, con Borja Valero de cerebro, hilaba con inteligencia por ambos costados y generaba sensación de peligro en cada aproximación. Mientras, el Real Valladolid naufragaba en la zona de creación y no tenía ni radio, por eso Onésimo mandó calentar a Diego Costa, su Robinson Crusoe particular.



Bueno, débil, errático y con escasa capacidad de ofrecimiento. Manucho, torpe y sin movilidad. Sesma, horroroso, lamentable y sin brújula. Con este panorama, el único futbolista del ataque blanquivioleta que parecía capaz de inquietar a la retaguardia bermellona era el juvenil Keko, pero claro, primero le tienen que llegar buenos balones para explotar su descaro. Y es que, al Mallorca, que contó con varias llegadas e incluso marcó un gol que fue anulado por fuera de juego de Víctor Casadesus, le sobraba con presionar la salida del balón para asfixiar a un Valladolid al que se le agota el tiempo. Tic, tac, tic, tac.



En la reanudación, Onésimo dio entrada a Lázaro y Costa por Sesma y Manucho. Borja se trasladó a la izquierda y la modificación no se entendía demasiado, más aún después de dos llegadas del Mallorca que a punto estuvieron de subir al marcador.



Pero las erraron y, acto seguido, y cuando el guión de la película se desarrollaba hacia el drama, aterrizó el gol blanquivioleta. Un canto a la vida. Un estallido de júbilo gracias a un rechace de Aouate a disparo lejano de Del Horno que Keko sirvió, con regate incluido, en bandeja de plata a Bueno para que éste lo enviase al fondo de las mallas al inicio del segundo acto.



Sin duda, la mejor noticia para el respetable y para los propios jugadores quienes, se aplicaron en defensa y maniataron a un Mallorca empecinado en el balón directo durante varios minutos. Incluso, los de Onésimo se destapaban a la contra voracidad.



Un sueño del que el Valladolid despertó con el gol de Rubén. El central mallorquín estaba solo en un córner y remató de cabeza en el corazón del área cuando restaban unos veinte minutos para el final de una contienda vital para los intereses del Real Valladolid después de la victoria del Zaragoza ante el Getafe.



Tras el tanto visitante, al equipo vallisoletano se le volvió a apagar la bombilla en los metros finales. Una caraja que se contagió a los centrales, dado que tras una indecisión de ambos el balón le llegó a Julio Álvarez, quien batió con templanza y sutileza a Justo Villar. Una pesadilla terrorífica que pudo mitigarse con una ocasión que atajó bien Aouaete pero que concluyó con el Valladolid desangrándose.





FICHA TÉCNICA:



1 - Real Valladolid: Villar; Pedro López, Baraja, Arzo, Del Horno; Keko, Borja, Haris (Nauzet 25'), Sesma (Lázaro 45'); Bueno y Manucho (Costa 45').



2 - Mallorca: Aouate; Josemi, Nunes, Rubén, Ayoze; Varela (79'), Mario Suárez, Borja, Castro (Bruno China 90'), Victor (Julio 65') Casadesus y Aduriz.



Goles: 1-0, min. 50: Bueno; 1-1, min. 68: Rubén; 1-2, min. 83: Rubén.



Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés). Amonestó a Ayoze, Costa, Pedro López, Josemi.