1-2: Susto y disgusto

El equipo vallisoletano tuvo fases de buen juego donde tuvo una mejor versión que en duelos anteriores. Manejó del partido, tuvo llegada, encerró al rival pero se diluyó tras el tanto del empate. cuando lo lógico hubiera sido todo lo contrario. 

Se adelantaron los vitorianos con un tanto de Pacheco al inicio del partido. Un contratiempo que, sin embargo, no descentró a los locales. Los de Miguel Angel Portugal fueron encerrando al rival y buscando sus ocaiones, pero siempre erraban en el último pase. Así terminó el primer tiempo, con la sensación de que el marcador no hacía justicia a los ocurrido en los 45 minutos. 

La segunda parte comenzó con la ausencia en el banquillo de Pepe Bordalás. El entrenador del conjunto vasco se sintió indispuesto y fue llevado hasta la UVI I móvil que estaba junto al estadio, para ser sometido a diferentes pruebas y descartar males mayores. Un contratiempo que descentró a los vitorianos y que aprovechó el Valladolid para empatar el partido con el gol de Juan Villar.

Pero lo curioso del caso es que esa reacción local en el marcador no se vio reflejada en el juego en los siguientes minutos. El Deportivo Alavés se fue arriba buscando el tanto de la victoria, y esta llegó con un nuevo balón suelto al borde del área, que aprovechó Kiko Femenía para darle el liderato y los tres puntos a su equipo.

En los últimos minutos El Valladolid lo intentó pero no encontró la portería rival. Un quiero y no puedo que se tradujo en la segunda derrota de los locales en su estadio de forma consecutiva y con el peligro del descenso acechando. Así, el Alavés se llevó el susto y el Valladolid, el disgusto.