1-2: Etapón pucelano en el Sánchez Pizjuán

Se presentaba el Pucela en el Ramón Sánchez Pizjuán con un
complicado diciembre a la vista y consciente de que jugaba en un estadio en el
que solo el Fútbol Club Barcelona, claro líder de la Liga, había conseguido
marchar con los tres puntos. El último envite en tierras sevillanas se había
saldado con eliminación copera en el campo del vecino, y fue el equipo de
Míchel el que pagó la venganza vallisoletana.

Y es que sin haberse cumplido el primer cuarto de hora el
Real Valladolid ya dominaba por 0-2. Como el ciclista que se escapa nada más
completar los kilómetros neutralizados y busca una victoria sin paliativos. Dar
un golpe encima de la mesa y acercarse a los puestos de honor de la
clasificación. Parecía que el Sevilla sabía que el maillot de líder no era el
objetivo de los pucelanos y dejó hacer. 
Hasta que vio que se le escapaba la etapa. Ebert y Óscar dieron clara
ventaja con dos goles en poco más de diez minutos. El primero del alemán, que
dejó seco con su recorte a Fernando Navarro ante la pasividad de Botía y Cala y
superó por el segundo palo a Diego López. En el 12 de partido, Óscar se plantó
solo delante del guardameta del Sevilla y le superó por alto tras recoger un
balón que tocó en la zaga hispalense. Todo parecía muy fácil. El pelotón ni se
inmutaba y Nervión cubría las cunetas de ánimo a la vez que presión para su
equipo. Solo el director,  Míchel, pegaba
un toque a los suyos retirando a Cicinho e introduciendo a Rabello. Antes,
Manucho había tenido la sentencia. El Sevilla empujó pero el Real Valladolid
mantuvo el 0-2 hasta el descanso.

Al regreso de los vestuarios los locales no se anduvieron
con rodeos. Acoso y derribo. Navas, Perotti y Reyes se pusieron en la cabeza
del pelotón. El Valladolid lanzaba ataques de protección para intentar frenar
en seco las intentonas del Sevilla. Pero la distancia se redujo bruscamente tras
un saque de esquina. En la mayor condena que tiene el Pucela de Djukic, la
defensa del balón parado, el equipo falló y Manucho anotó en propia puerta.
Había etapa y los minutos del escapado bajaban hasta el punto de vislumbrarse
un emocionante sprint final con los contendientes partiendo de cero. Pero Medel
facilitó las cosas. Una falta sobre Manucho en una contra Pucela acabó con el
chileno expulsado por doble amarilla y con el Real Valladolid en superioridad
numérica hasta el final. Suficiente para aguantar, pero no para sentenciar. El
Pucela no pudo disfrutar los últimos kilómetros. Un despiste podía echar por tierra
todo el trabajo colectivo y los tres puntos eran de mucho más valor que un
trofeo y un ramo de flores. Además, el cambio por lesión de Jesús Rueda hizo
cundir el pánico antes de escuchar la bocina. Entró Peña. Sastre y Bueno -gregarios para oxigenar-
relevaron a Rubio y Omar. Teixeira dibujó una línea de meta que parecía no
llegar con un pitido final con sonido a gloria.

El Real Valladolid se enfunda el maillot de la montaña en su
'Tour de diciembre'. 21 puntos en 14 jornadas, nueve por encima del descenso y a
uno de puestos que dan derecho a disputar competición europea. El cuarto equipo
menos goleado de Primera espera ya una nueva etapa, de categoría especial,
frente al Real Madrid, en el Nuevo Estadio José Zorrilla.