1-1: Un punto in extremis
El Real Valladolid sumó un buen punto en el Estadio Anxo Carro ante el Lugo (1-1) porque, a cinco minutos para el final del tiempo reglamentado, el C.D. Lugo mandaba en el marcador por 1-0 con un gol de Joselu en el minuto 64 y el equipo blanquivioleta estaba con un jugador menos sobre el césped por expulsión de Mojica, por doble amarilla, en el minuto 51.
Cuando el partido entraba en el sprint final con una cuesta arriba para el Pucela, Iriome cometió un penalti al despejar con la mano un córner en el minuto 85 y Guzmán transformó la pena máxima en el tanto del definitivo empate, que los hombres de Miguel Ángel Portugal defendieron con eficacia en los últimos minutos, como lo hicieron durante todo el partido, excepto en el desajuste que permitió al delantero del Lugo conectar un cabezazo impecable que batió a Kepa.
A pesar de las numerosas bajas, el Real Valladolid cuajó un partido muy serio en Lugo. Sin duda, de los mejores de la temporada. La zaga, esta vez revolucionaria con Chica y Ángel en los laterales y Juanpe y Hermoso como centrales, volvió a moverse con soltura lejos de su área y tiró la línea para dejar en fuera de juego al ataque lucense una y otra vez.
El Pucela debió retirarse al descanso por delante en el marcador. Juan Villar, Óscar y dos centros de Mojica a los que no llegaron Juan Villar y Diego Rubio (sustituto de Rodri en la punta ataque) por centímetros, debieron adelantar en el marcador al equipo blanquivioleta, que quiso el balón, lo sacó limpio desde atrás, y lo movió con orden, criterio y, sobre todo la primera media hora, con verticalidad, informa la web del club blanquivioleta.
Descanso
En la reanudación, el partido cambió para el Pucela. Una vez más, se quedó con 10 jugadores en campo por la expulsión de Mojica. El colombiano, que había visto la primera tarjeta del partido en un error del colegiado y que después podía haber sido expulsado en una caída en el área local, vio la segunda amonestación por agarrar a un contrario en una carrera.
Con un jugador más, el C.D. Lugo sí consiguió hacerse con el dominio. Sin crear claras ocasiones de gol, pero el partido ya había girado totalmente. Hasta que en un centro pasado de Abel Molinero a la espalda de los centrales fue cabeceado de forma impecable a la base del poste por Joselu.
El gol gallego y su superioridad numérica hizo temer lo peor para los vallisoletanos. El partido entró en una fase de fútbol bronco, de protestas y continuos parones que no beneficiaban al Pucela, pero cuando todo parecía perdido, Iriome se equivocó y dio al Real Valladolid la oportunidad de sumar un buen empate.