1-1: Maldito "déjà vu"

En los primeros compases, los dos conjuntos pugnaron por hacerse con el control del esférico. No obstante, era el Almería al que se le veía más capacitado para deshacer las tablas, merced a la electricidad bien conducida por la que abogaba en cada ataque.

Y lo logró con un balón a la espalda de Marcos que recoge Goitom. Éste asiste desde el costado derecho a Crusat que solo en el área remata al fondo de las mallas. el primer mazazo de un Almería plantado con firmeza y robusto en sus intenciones. Es decir, demasiado cómodo ante un Valladolid sumido en un constante "deja vu". 

Cada pérdida, cada contra almeriense se servía de la candidez vallisoletana para plantarse con tres toques en las inmediaciones del área y el gol no hizo otra cosa que agudizar esta problemática, disolviendo poco a poco el escaso criterio desde la medular.

Las únicas luces aparecían por la banda derecha vallisoletana, donde Pedro López se multiplicaba para crear superioridad, aunque sus centros eran abortados con simpleza antes de encontrar alguna camisola blanquivioleta.

Con el paso de los minutos, justo cuando se acariciaba el descanso, el Valladolid algo se animó con el hambre voraz de Costa, pero la expulsión de Manucho por soltar un codazo a un adversario en la disputa de un balón alto tiró por la borda cualquier atisbo de remontada para el segundo período.

Tras la reanudación, el panorama no se aclaraba al dejar de existir el medio del campo y rifarse la pelota constantemente, lo que facilitaba la tarea de contención de los visitantes, que tampoco se lanzaron en la búsqueda de una renta mayor.

El camino de la remontada no se encontraba ni con GPS y, por ello, Mendilibar se jugó el todo por el todo pasando a una retaguardia de tres miembros. "All in" y que sea lo que Dios quiera.

Pero la impotencia no se difuminaba y los nervios marcaban las transiciones blanquivioletas, previsible como la paella de los domingos. Los balones en largo a Diego Costa, un día más, eran el único fundamente ofensivo de los vallisoletanos y, así, lamentablemente, es como intentar ganar un combate de boxeo sin atizar el mentón del adversario.

La grada pedía a Haris Medunjanin y Mendilibar accedió a su petición. El bosnio en el papel de revulsivo. Un libreto que se sabe al dedillo al haberlo interpretado en otras fechas. Precisamente, un corner botado por él llegó a la cabeza de Arzo, quien estableció un empate esperanzador unos minutos después de que Mendilibar fuese expulsado.

El tanto espoleó a la grada y al equipo, pero la heróica fue imposible y la crisis, a pesar del punto, sigue latente. Para más inri, ell árbitro no quiso ver un penalti cometido sobre Costa en el último minuto.

 

FICHA TÉCNICA:

- REAL VALLADOLID: Villar, Pedro López, Prieto, Arzo, Marcos (Marquitos 56'); Nauzet (Medunjanin 71'), Pelé, Álvaro Rubio (Lázaro 30'), Canobbio; Manucho y Costa.

- ALMERÍA: Alves; Michel, Chico, Pellarano, Cisma; N'Bami, Soriano, Bernardello; Corona (Ortiz 89'), Goitom (Piatti 70') y Crusat (Nieto 80').

Goles: 0-1, min. 11: Crusat; 1-1, min. 79: Arzo

Árbitro: Muñiz Fernández (comité asturiano). Amonestó a Soriano, Manucho, Pellerano, Prieto, Canobbio y Costa. Expulsó con roja directa a Manucho.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima jornada de Liga disputado en el estadio José Zorrilla ante unos 14.700 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del ex jugador del Real Valladolid recientemente fallecido Pachi.