1-1: El punto del peón

Un traje para cada ocasión y una ocasión para cada traje. Hay momentos para vestir esmoquin y momentos para enfundarse el mono de trabajo. En El Molinón al Real Valladolid le tocaba mancharse las manos para ratificar su candidatura al ascenso. 

Salió el Sporting con el cuchillo entre los dientes. Dispuesto a defender el honor de equipo imbatido en Liga y con la intención de vengar su escudo, apeado de la Copa del Rey a manos del Real Valladolid. Los asturianos quisieron castigar al Pucela donde más le duele, quitándole el balón, pero los hombres de Rubi demostraron que también saben bailar a ese ritmo. El orden y la seriedad fueron los antídotos al aguijón rojiblanco, que hizo un amago de atacar cuando Pablo Pérez aprovechó un despiste defensivo para plantarse delante de Varas. La vaselina no llegó a buen puerto para un Sporting que llamaba al peligro desde las bandas, donde Jony era secado por Chica. 

El equipo de Rubi demostró que también sabe hacer peligro sin el control del balón; llamó a la puerta de un partido que caminaba por el camino de ida y vuelta. Un camaleónico Óscar Díaz, reconvertido en extremo ante las bajas de Jeffren y Omar, demostró tener recursos para intentar encontrar una isla en la que descargar el ataque pucelano, mientras que Chica demostró sus dotes de roca salvando ante Sergio el primer gol del partido.  

Minutos después las alarmas sonaron en El Molinón. Lora había dejado un recado en la pierna de Roger y el delantero tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado. Alfaro ocupó su puesto en el campo y Óscar Díaz se desplazó a la punta de ataque. Ese reajuste hizo contacto en el Real Valladolid y el chip cambió. El Real Valladolid se probaba el traje de luces para intentar salir con una oreja del estadio gijonés. Timor intentó entrar en las repeticiones con un zurriagazo desde el centro del campo al que le faltó un poco de precisión. 

El marcador llegaba al descanso sin trabajo, pero el gol se empezaba a cocinar en El Molinón. Tras el paso por los vestuarios, el Real Valladolid dio un paso adelante. El equipo fue más travieso desde la entrada de Alfaro, que lanzó el balón fuera después de regatear a Cuellar. El aviso estaba dado. No hubo segunda oportunidad para el Sporting. 

Bergdich culminó una gran combinación blanquivioleta para dejar a Gijón sin respiración. Óscar Díaz frotó su lámpara para sacar al genio, asistir a Óscar y que el salmantino despistara a la zaga de Abelardo antes de regalar al franco-marroquí el primer gol del partido (0-1). Aunque anecdótico a estas alturas de la temporada, en ese momento el Real Valladolid era líder en Segunda.

Cuellar sacó una manopla mágica a cabezazo de Óscar para esquivar que la puntilla llegara a la cabeza de un Sporting que buscó sin prejuicios el empate. El repliegue del Pucela no fue tan efectivo como en la primera mitad y el pico asturiano encontró oro a balón parado. Una falta lateral acabó dentro de las redes de Javi Varas, con escala en la cabeza de Guerrero (1-1), para imponer en el marcador unas tablas con las que se llegaría al final del tiempo reglamentario. 

1.- Sporting de Gijón: Cuellar, Lora, Luis Hernández, Bernardo, Álex Menéndez, Sergio Álvarez (Rachid, min. 72), Nacho Cases, Carmona (Carlos Castro, min. 66), Pablo Pérez (Juan Muñiz, min. 72), Jony y Guerrero. 

1.- Real Valladolid: Varas, Chica, Valiente, Rueda, Peña, André Leao, Rimor, Bergdich (Mojica, min. 78), Roger (Alfaro, min.31), Óscar (Sastre, min. 90) y Óscar Díaz. 

Goles: 0-1, Bergdich (min.58); 1-1, Guerrero (min.85). 

Árbitros: Mendié Jiménez (Colegio catalán). Amonestó a Pablo Pérez (min. 54) y Cuellar (min. 56), por parte del Sporting de Gijón y a Timor (min.18), Bergdich (min. 76), André Leao (min. 84) y Valiente (min.86), por parte del Real Valladolid. 

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada de la Liga Adelante, disputada en el estadio de El Molinón de Gijón ante 16.506 espectadores.