Fútbol

1-1: Acaricia la redención pero no la agarra

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Escrito por
Iñigo Torres


El bloque blanquivioleta no se consigue desprender de la corona que le aflige y le atenaza, la del Rey del Empate, y eso que hoy se dieron todos los condicionantes para ello. Los de Onésimo fueron de menos a más, lograron frenar con seriedad las acometidas rojillas y, por momentos, el criterio organizativo y de creación invitaba al optimismo.


No obstante, Osasuna salió más brioso, es decir, apelando al tradicional ímpetu que desarrolla sin clemencia en su feudo. De este modo, obligó a los vallisoletanos a replegarse y esperar el momento de pegar su primer crochet sin haber encajado antes un certero gancho que le acercase a la lona.


Para ello, se encaminaba al poderío de un Manucho que se diluyó a medida que avanzaba el encuentro y contó con una gran ocasión que el mismo se fabricó cerca del descanso, y a la esperanzadora movilidad del joven Keko, descarado e hiperactivo. No encontró el premio a su esfuerzo con un tanto, pues envío un balón al palo.


Algo que también hicieron durante este primer período Pandiani y Nekounam. Los postes se aliaron con Villar y el Real Valladolid respiraba hondamente durante el descanso. Tiempo quedaba para lograr la victoria y lo peor, eso parecía, ya había pasado.


En la reanudación, el equipo vallisoletano se desentumeció y, poco a poco, de forma sigilosa le robó el esférico al conjunto de José Antonio Camacho, empecinado en emplear balones en largo que Arzo y Baraja supieron abortar.


Se vino arriba y exhibió una profundidad por bandas que en lo que va de temporada no se había visto, aunque le faltó una referencia clara en el ataque, ya que a Manucho se le había acabado el fuelle. Los metros finales carecían de la electricidad que, a buen seguro, Diego Costa podría haber imprimido.


Entonces, y cuando parecía que el partido iba a finalizar con un infame resultado gafas, Onésimo dio entrada a Medunjanin, quien, una vez más, se volvió a disfrazar de revulsivo. Cazó un rechace de la zaga navarra en la frontal y con su pierna menos buena, la derecha, colocó un obús en la escuadra de la portería de Ricardo. Restaban diez minutos para la conclusión del choque.


A renglón seguido, Manucho erró una ocasión clarísima tras una medida asistencia de Keko que podría haber matado el duelo y haber dejado al Osasuna para el descabelle. Ricardo atajó su disparo y con su parada le regaló el último cartucho a su equipo para empatar el choque.


Un centro al segundo palo de Rúper lo remató solo Camuñas estableciendo un empate que puede ser justo pero que al Real Valladolid no le sirve de mucho a pesar de las derrotas de Zaragoza y Tenerife. Eso sí, el partido de los blanquivioletas dejó detalles esperanzadores.


- FICHA TÉCNICA:


1 - OSASUNA: Ricardo; Azpilicueta, Sergio, Miguel Flaño, Monreal; Masoud (Juanfran, m.59), Puñal (Rúper, m.84), Nekounam, Camuñas; Pandiani y Aranda (Galán, m.75).


1 - VALLADOLID: Justo Villar; Pedro López (Marcos, m.61), Baraja, Arzo, Del Horno; Carlos Lázaro, Borja; Keko, Bueno (Mendujanin, m.70), Sesma (Héctor Font, m.88); y Manucho.


GOLES: 0-1, m.80: Mendujanin. 1-1, m.86: Camuñas.


ÁRBITRO: Eduardo Iturralde González (Comité Vasco). Amonestó a Juanfran (m.68) y Monreal (m.76), de Osasuna, y a Borja (m.89), del Valladolid.


INCIDENCIAS: Encuentro de la vigésima tercera jornada de Liga celebrado en el estadio Reyno de Navarra ante 15.950 espectadores.