1-0: Victoria por los pelos para el Juvenil A
Buscando abandonar la inestabilidad en los resultados que
habían cosechado durante las primeras jornadas, el Juvenil A recibía al
Cacereño, equipo muy correoso, con el claro objetivo de recuperar las buenas
sensaciones tanto en juego como en el resultado.
El Real Valladolid apostó por controlar el juego desde el inicio
pasando por dominar la posesión del balón. Sin embargo, los extremeños pusieron
las cosas difíciles gracias a su orden defensivo, especialmente en la última
mitad del campo, donde el Real Valladolid se atascó ligeramente a la hora de
crear ocasiones de gol y el último pase definitivo. La primera mitad se
desarrolló con dominio local y a su vez, falta de profundidad en los metros
finales. Los visitantes, bien colocados, trataban de aprovechar su velocidad en
los extremos en contragolpes creando también situaciones de peligro a su rival.
Poco a poco, los minutos fueron pasando y las prisas fueron
haciendo mella en los locales, cayendo incluso en la precipitación, ya que el
empate sin goles no era nada positivo para el Real Valladolid. Finalmente, a
quince minutos del pitido final, Cifuentes consiguió perforar la portería del
Cacereño en una jugada muy embarullada y polémica, puesto que hubo dudas acerca
de si la pelota entró completamente en la portería.
Poco más fútbol se jugó en los anexos tras el gol. El
Cacereño apretó en los minutos finales en varias jugadas a balón parado, pero
con más corazón y coraje que fútbol. Tres puntos sin brillo para el Real
Valladolid, pero de oro, puesto que le permiten no perder comba con los puestos
de arriba y seguir la estela de los mejores.