1-0: Pero el gol lo marcaron ellos
Llegaba el Valladolid a Las Palmas en una lucha contra la historia y con la ilusión de mantener la buena dinámica: seis partidos sin perder, dos victorias consecutivas, sin caer fuera desde la primera jornada, goles en todos los encuentros... y lo hizo con Óscar en el once inicial y Víctor Mongil en el centro de la zaga, las principales incógnitas del once blanquivioleta en la previa.
Fue superior el Real Valladolid en la primera parte, aunque los dos conjuntos tuvieron ocasiones para adelantarse en el marcador. Eso sí, más el Pucela. Óscar apareció en el arranque, pero se fue diluyendo con el paso de los minutos hasta prácticamente desaparecer. Marquitos se mostraba activo. Suya fue la primera ocasión con un disparo que rechazó Barbosa y que Víctor Pérez intentó aprovechar con un remate sin éxito en segunda jugada.
Pero lo más clara la tuvo Guerra, cuando en el minuto 6 ganó un balón largo y consiguió regatear al guardameta de los grancanarios . Fue Laguardia el que evitó que el Real Valladolid se adelantara en el marcador salvando a los suyos. Balenziaga creaba peligro por la banda izquierda, y un centro en el minuto 15 cerca estuvo de encontrar rematador, pero terminó saliendo por la línea lateral.
Las Palmas lo intentaba de forma tímida, reprimido ante el potencial ofensivo de los vallisoletanos. Tuvo alguna falta lateral, aunque solo Portillo asustó a Jaime en un balón que recuperó tras un error del guardameta manchego. El descanso llegó con el 0-0 inicial.
Tras la reanudación, el Valladolid insistió en buscar el gol. Pero con cabeza, consciente del peligro de jugadores como Vitolo o Jonathan Viera, bien controlados por la zaga blanquivioleta. De hecho, fue Viera el que avisó a Jaime en el minuto 65. El Estadio de Gran Canaria pidió poco después penalti en una acción de Víctor Mongil. El colegiado extremeño López Acera dejó seguir la jugada. Una amarilla a Nafti provocó que Djukic diese entrada a Javi Baraja en el que fue el primer cambio pucelano.
En el minuto 60 volvió la tradición de esta temporada de sufrir cada vez que el rival tiene una oportunidad a balón parado. En una jugada ensayada, Jonathan Viera recibió el balón de las botas de David Gonzaléz y superó a Jaime con un gol a la altura de su nivel futbolístico. Un detalle que volvió a salir muy caro. De poco ha servido la insistencia de Djukic en trabajar defensivamente la estrategia. 1-0.
El serbio movió el banquillo y buscó los revulsivos del encuentro frente al Numancia: Jofre y Manucho. Reactivaron al equipo y el angoleño cerca estuvo de marcar en varias ocasiones. Bueno se quedó en el banquillo por segunda jornada consecutiva. El Valladolid lo intentó casi todo para ganar...pero el gol lo marcaron ellos.
