1-0: Bendita pegada

La nueva imagen de Antonio Gómez en el banquillo local fue sinónimo de lo plasmado durante los 90 minutos sobre el césped del Nuevo Estadio José Zorrilla. El técnico madrileño, siempre impecable, prescindió de su habitual parka, su jersey de pico y su camisa de cuello alto para dirigir el partido con chándal y playeros. Abandonó la elegancia, algo que el equipo ya hizo futbolísticamente hablando hace varios meses. Eso sí, al menos le dio suerte.

Zorrilla estuvo a la altura en el homenaje a Miguel García, los salmantinos no.

El auténtico derbi regional, que se volvía a disputar cuatro años después en Valladolid, tuvo emoción desde el principio hasta el final. Se prometía durante la semana ambiente cordial en las gradas. Hubo gran ambiente, pero poca educación. La afición vallisoletana estuvo a la altura en el homenaje a Miguel García, pero los seguidores charros no atendieron el bonito gesto que aparcaba la rivalidad. Antes y después del minuto seis, en el que hubo una tremenda ovación a Miguel, perdieron voz y tiempo en insultar al público vallisoletano. El punto más negro del día lo pusieron varios radicales de ambos clubes en las proximidades del Carrefour. La fuerzas de seguridad detuvieron a un total de 6 individuos. Cuatro blanquivioleta y dos visitantes.

En el once inicial local no hubo ninguna sorpresa. Se cumplió lo previsible después de asegurar Gómez el pasado viernes la presencia de Alvaro Antón en la banda izquierda. El burgalés volvió a estar azul oscuro, casi negro. Óscar Cano, el entrenador de la Unión, apostó desde el arranque por Perico y Juanjo en el ataque, reservando a Marcos Márquez en el banquillo. El sustituto de Miguel García en el centro del campo fue Zamora.

Primera parte con ocasiones visitantes.

La iniciativa, a diferencia de jornadas pasadas, no la tuvo el Real Valladolid. El equipo salmantino, rapidísimo por las bandas con Kike López y  Brian Sarmiento, controlaba el partido y el dominio del balón. El Real Valladolid respondía de vez en cuando, pero esperaba. La ocasión más clara de la primera parte llegó en el minuto 20. Una falta botada por Perico se cerró hasta el punto de pasar por delante de Juanjo y Moratón. Los dos ex racinguistas fueron incapaces de rematar, con Jacobo completamente batido. Sólo seis minutos después, el delantero cántabro resbaló cuando encaraba al portero vallisoletano.  La jugada vino precedida de una pérdida de Álvaro Rubio, desaparecido en combate al igual que Jorge Alonso durante todo el encuentro. Ojo en unas semanas no compartan titularidad Rueda y Lázaro. Al filo del descanso, Kike no aprovechó un error de Guilherme. El brasileño brilló en ataque, pero volvió a fallar en defensa.

Antonio Gómez pidió en el asueto no volver a caer en las equivocaciones del pasado: relajarse en la segunda parte. Los jugadores por fin parecieron aprender la lección. Salieron enchufados, pero la Unión no se acobardó.

Mejora blanquivioleta, jugada polémica y golazo de Guerra.

En los cinco primeros minutos, volvió a Zorrilla la mejor versión de Pedro López. De hecho, creo más peligro en dos jugadas por la banda derecha que Sisi en todo el encuentro. En la primera Javi Guerra no fue capaz de rematar su centro y en la segunda el balón se perdió lejos de la portería defendida por Biel Ribas. El Salamanca respondió con una ocasión del ex blanquivioleta Kike, que se durmió y no vio llegar a Jordi Figueras. El defensa catalán, que hoy debutaba como titular sustituyendo a Arzo, cumplió en su papel de zaguero. Sería ocultar la realidad no reconocer que se echó de menos la salida de balón del castellonense.

La jugada polémica del partido llegó en el minuto 16 de la segunda parte. Un balón muerto en el área le cayó en los pies a Kike. Se lió y terminó en el suelo.  Los charros pidieron penalti, pero no hubo suficiente contacto. Lo vio Ontanaya y lo demuestra la repetición. Una acción similar a la de hace ocho días en Montilivi, cuando Lesma López sí señaló penalti. El protagonista, curiosamente, fue también Marc Valiente. Al central se le pasó por la cabeza lo de la semana pasada, pero reconoció al término del encuentro que si la pena máxima hubiese sido señalada ‘’se hubiera pegado un tiro’’.

Con el partido abierto, Gómez apostó por los tres puntos. Dio entrada a Jofre y Keita. En una de las tantas jugadas por la banda derecha del ataque pucelano, el Valladolid sacó petróleo. Brian Sarmiento no colaboraba en tareas defensivas con Arbilla y el guineano lo aprovechó. En el minuto 69 sacó un centro que Javi Guerra remató con maestría. Giró el cuerpo con habilidad y su disparo, fuerte y colocado, le dio la victoria al Real Valladolid.

El Salamanca no ofreció réplica y el derbi se quedó en la capital. Sin elegancia, pero con pegada. Y bendita pegada.

FICHA TÉCNICA:

1 - REAL VALLADOLID: Jacobo; Pedro López, Marc Valiente, Jordi, Guilherme; Sisi (Barragán, m.90), Jorge Alonso, Álvaro Rubio, Álvaro Antón (Jofre, m.56); Calle (Keita, m.65) y Javi Guerra.

0 - SALAMANCA: Biel Ribas; Sito Castro, Moratón, Goikoetxea, Arbilla; Zamora, Héctor Yuste (Sergio García, m.82); Perico, Kike López (Márquez, m.74), Sarmiento; y Juanjo.

GOL: 1-0, min. 69: Javi Guerra.

INCIDENCIAS: Estadio Zorrilla. Unos 9.900 espectadores, mil de ellos llegados de Salamanca. Los dos equipos lucieron una camiseta en apoyo al jugador del Salamanca Miguel García.