0-2: Nueva victoria con buen ritmo
Nuevo
triunfo del Real Valladolid en tierras gallegas. Buen balance, con solo una
derrota Sporting- y un empate Zamora- , en siete partidos, pero sobre todo
buenas sensaciones. Aumentó la categoría del rival y aumentó proporcionalmente
la calidad del juego de los de Miroslav Djukic respecto a lo visto frente al
Mondariz en A Lagoa. Con muchos cambios, como viene siendo habitual, todos
están ya adaptados a lo que busca el técnico serbio.
Balenziaga, que pese a sumar tan solo cuatro
días como miembro de la plantilla, es el claro ejemplo de ello. Fue un pulmón
por la banda izquierda la media hora que disputó en la segunda parte, volviendo
a mostrar el buen nivel que se vio el pasado viernes.
Solo el guardameta Jaime Jiménez disputó el
partido entero. Diez jugadores disputaron 60 minutos y otra decena la media
hora restante. Desde la grada vieron el partido Razak, Aquino, Salcedo y Ion,
con descanso programado, además Antonio Barragán y Carlos Lázaro, con
molestias.
En la
primera parte, dominio contundente. Pocas ocasiones, pero control del esférico,
posesión y sobre todo ideas claras con un sistema 4-3-3 que de momento funciona.
Alberto Bueno, pichichi por méritos propios,
volvió a marcar. Lo hizo al rematar en el minuto 33 un centro de Carlos Peña,
que completó una actuación notable creando peligro de forma constante. Y eso
que los centrales del Coruxo le dejaron poca libertad. Por la derecha no desentonó
Tekio, constante y atrevido, pese a haber llegado a Mondariz poco más de 24
horas antes de disputarse el encuentro.
El juego del Real Valladolid desespera al
rival, y el equipo pontevedrés acabó desfondado físicamente ante el despliegue
de velocidad exigido por Djukic. Al once de la última media hora le costó unos
minutos entrar en el partido, pero cuando lo hizo se repitió la filosofía de
esta pretemporada.
El balón
pasa por todos, y varias veces por Álvaro Rubio, antes de llegar al lateral y
posteriormente al delantero. Así llegó el segundo en el minuto 77. Nafti para
Balenziaga, centro del lateral vasco y remate de cabeza en el segundo palo de
Nauzet Alemán. El canario volvió semanas después, dejó de hacerse el remolón, y
se reencontró con el gol. Le da la razón al club, que ha puesto el candado a su
puerta de salida.