0-1: El fútbol cava la tumba de Gómez

Antonio Gómez estaba contento al término del encuentro  con el partido de su equipo. Y es algo que resulta preocupante. Conformismo incomprensible. Que el rival haya jugado fatal, no quiere decir que tu hayas jugado bien.  La única explicación a ese planteamiento es que el encuentro de los vallisoletanos se compare con lo visto hace siete días en Chapín. Entonces hasta los alumnos de La Salle juega de lujo en el recreo durante toda la semana.

Con buen fútbol o sin él, para gustos colores, el Pucela perdió y suma dos derrotas consecutivas. Si la liga llegara a su fin ahora mismo, sólo la posición privilegiada del Barcelona B le daría opciones de ascender. Cuando el equipo dormía en puestos de playoff, la posición en la tabla era la perfecta excusa para justificar el mal juego o la goleada recibida. Hoy eso ya no vale.

Inicio titubeante

Si la idea era repetir trivote, salió mal. Si en la mente del entrenador se pretendía jugar con dos hombres en punta, también. Álvaro Antón fue la gran novedad en el once inicial del Real Valladolid. El sacrificado, Rubio, vio el partido completo desde el banquillo. César Arzo volvió al once titular 21 después, acompañado de Javi Baraja en el centro de la zaga. Rueda y Jorge Alonso se  presumían los encargados de la creación. Nuevo fracaso. Y ya van…

Salió mejor el Cartagena. A los pocos segundos del silbido inicial, Botelho remató un buen centro desde la parte derecha, pero  Jacobo detuvo el balón sin complicaciones. No estaba el guardameta blanquivioleta dispuesto a repetir lo ocurrido frente al Celta. Con el paso de los minutos, el partido no terminaba de arrancar, y el dominio era alterno. Sin claras ocasiones. Sisi tuvo una al filo de la primera media hora de juego.  Con opciones para combinar, disparó desde fuera del área flojo y mal. Nueve minutos después, Javi Guerra colgó un buen balón que Álvaro Antón no consiguió cabecear en el primer palo. Poco a poco, el Pucela se estiraba. Pero el único peligro real llegaba en las jugadas de estrategia. Tanto Alonso como Nauzet se mostraban más fiables que en Jerez a balón parado. El remate final no aparecía. Sí llegó el descanso.

Leve mejora, aviso, y gol decisivo

La segunda parte comenzó favorable al Real Valladolid. Guerra y Antón se intercambiaron los papeles de la jugada de la primera parte en una de las mejores ocasiones del equipo de Antonio Gómez. El burgalés centró y el malacitano cabeceó el balón. Lo hizo forzado, por lo que se fue directamente por encima de la portería de Casilla. Parecía que el delantero veleño comenzaba a crear peligro. En el minuto 19 estuvo cerca de superar al portero tarraconense por alto. Lo evitó Cygan despejando a córner.

El Cartagena aguardaba su gran oportunidad. Avisó primero Toni Moral con un remate al palo, pero la advertencia no sirvió para evitar el desastre. Pocos minutos después, Botelho apareció por la banda izquierda para poner un centro peligroso a Toché. El ex blanquivioleta consiguió rematar en el primer palo y Jacobo rechazó el esférico. Lo malo es que lo hizo a la cabeza de Moral, que la colocó en la escuadra izquierda para evitar el despeje de Guilherme. El gol dejó helado a la afición. Quedaban 15 minutos para remontar.

El tiempo pasó ante la desesperación de los jugadores locales. El empate estuvo muy cerca. Tanto, que Javi Guerra envió un balón al larguero a cinco minutos del final. Contra el Celta entró y fueron tres puntos, pero el fútbol no quiso ser esta vez tan generoso. Merecer más no significa jugar bien. La cuerda floja en la que vive Gómez se puede romper en la próximas horas. Ya no queda ni el consuelo de cada quince días. Adiós al Zorrilla invencible.